Ser hijo de la Primera Trinchera Antimperialista, cuna de héroes y mártires deviene inmenso orgullo para este hombre de siete décadas. Sus historias van más allá de una mesa quirúrgica, se remontan en el tiempo, cuando aún no vestía su bata blanca. Hoy el doctor Servio Tulio Cintra Brooks rememora el pasado, mientras contempla la estatuilla de La Fama, satisfecho del presente.
“Nací el 28 de agosto de 1944 en la ciudad de Guantánamo, en el seno de una familia humilde. Cursé mis primeros estudios entre escuelas privadas y públicas hasta ingresar en el Instituto de Segunda Enseñanza de esta ciudad. En el año 1958, al comenzar el bachillerato interrumpí los estudios por ser ocupado el centro por el ejército de la dictadura batistiana. Durante ese período estuve ligado a un grupo de acción armada clandestina del Movimiento 26 de Julio, en el trasiego de armas y uniformes”.
Sus travesías fueron muchas, cuenta: “Fui fundador de la Milicia Nacional Revolucionaria y los Comités de Defensa de la Revolución, participé en el primer atrincheramiento nacional del primero al 20 de enero 1960 cuando se preparaba el cambio de presidente de los Estados Unidos. Posteriormente pasé la Escuela de milicias de Macambo, en San Antonio del Sur, y en abril de 1961, me incorporé a la brigadas de alfabetizadores Conrado Benítez”.
Su trayectoria apunta, con notas particulares, haber participado en la lucha contra bandidos en la zona de Monte Alto y luego en la sierra del Escambray. “En 1962 -recuerda- nos atrincheraron en la zona de Palma Mocha cuando la Crisis de Octubre, y en 1963 me reincorporé a los estudios en el Instituto Preuniversitario Arbelio Ramírez, de Ciudad Libertad, en La Habana, hasta graduarme de Bachiller en Ciencias”.
Fue entonces cuando tomó la decisión que marcaría su vida: los estudios de Medicina.
“Ingreso en el Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón en 1964, y estudié hasta el cuarto año de Medicina, en la Universidad de La Habana, carrera que concluí en la Universidad de Oriente en diciembre de 1969”, recuerda y apunta que tras especializarse en Cirugía comenzó a trabajar en el antiguo Hospital General Pedro Agustín Pérez, hoy Pediátrico de la provincia.
“Después de realizar el postgraduado durante tres años, paso a realizar la residencia de Cirugía general en el Hospital provincial Saturnino Lora, en Santiago Cuba, siempre vinculado al cumplimiento de las tareas de los organismos políticos y de masas”.
Importantes momentos marcaron su vida, pero sin duda integrar las filas del Partido Comunista de Cuba está entre los primeros.
“Ingresé al Partido el 19 de noviembre de 1974, y me entregaron el carné el 2 de diciembre, Armando Hart Dávalos y Juan Almeida Bosque; para mí ese fue un día inolvidable”.
Sus servicios médicos traspasaron fronteras hasta la República Popular de Angola, en 1976. Allí trabajó activamente como cirujano atendiendo a los heridos de guerra en los hospitales civil y militar, al tiempo que se desempeñaba como secretario del Partido en la Brigada médica cubana.
Precursor de la cirugía en Guantánamo, fundador del Hospital General Docente Dr. Agostinho Neto y de la docencia, autor de disímiles publicaciones médicas, científico, profesor, internacionalista con cuatro misiones cumplidas, y 46 años de trabajo, ostenta medallas y premios por su destacada labor como galeno y cubano, pero entre tantos despunta uno que hace que brillen sus ojos: La Fama, el símbolo de la ciudad.
La estatuilla le fue entregada por la Asamblea del Poder Popular el primero de diciembre de 2013, en ocasión de la celebración del aniversario 143 del otorgamiento a Guantánamo del título de Villa. A casi dos años de aquel día, el doctor Servio Tulio Cintra Brooks rememora con alegría aquel momento.
“Fue un verdadero orgullo para mí. La Fama constituye el reconocimiento a mi trabajo, a la dedicación, al sacrificio, a la lucha, al estudio y a la perseverancia durante toda mi vida pero, sobre todo, es la gratificación por el amor a mi Patria y a mi tierra: Guantánamo”.