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primer batallónEsta fotografía fue tomada hace 120 años. Ilustra la portada del reciente libro Guantánamo y el Imperio Americano (2017), editado en inglés por investigadores de la Universidad de Puerto Rico, que incluye textos del historiador José Sánchez Guerra (Guantánamo en el ojo del huracán) y el poeta José Ramón Sánchez Leyva, y entrevistas con ambos guantanameros. Imagen original en: http://www.tecom.usmc.mil/HD/Home_Page.htm o https://commons.wikimedia.org/wiki/File:First_Marine_Battalion_(United_States)_landed_on_eastern_side_of_Guantanamo_Bay,_Cuba_on_10_June_1898.jpg

 

Los cubanos habían venido a salvarlos del pánico en que se encontraban ellos desde su llegada por los continuos ataques de los españoles que no los dejaban respirar. No sé cómo agradecer bastante, en nombre del gobierno de Norteamérica y en el propio a los cubanos que, como una bendición del cielo, llegaron en momentos precisos para evitarnos un desastre.

Capitán de fragata Browman Hendry McCalla, 23 de julio de 1898

Los hechos deben valorarse por sus consecuencias.

 

La fotografía cuenta el instante del primer izaje de la bandera usamericana en la bahía de Guantánamo, al día siguiente del 10 de junio de 1898, por soldados del primer batallón de marines de los Estados Unidos, desembarcados del buque transporte Panther en Playa del Este, Punta Pescadores y Playa del Cable.

 

Así empezó, hace 120 años, la ocupación militar que dura hasta hoy de parte de tierra y mares cubanos por una base extranjera, la más antigua del mundo. La creación oficial del enclave cinco años después, en diciembre de 1903, solo refrendó la depredación.

 

La ocupación de este tipo de bahía por la US Navy había sido incluso recomendada, en noviembre de 1897, por el capitán Alfred Thayer Mahan, en su libro The Interest of America in Sea Power, Present and Future, como vía para dominar el Paso de los Vientos, lograr los objetivos estratégicos de USA en el Caribe y el acceso al control del canal de Panamá. Poco después el imperio intervino y malogró la independencia de Cuba en la llamada guerra hispano-cubano-norteamericana.

 

 

Los guantanameros José Sánchez Guerra y Wilfredo de Jesús Campos Cremé estudiaron estos hechos muy poco conocidos, en su libro La batalla de Guantánamo (ediciones Verde Olivo, La Habana, 2000); dieron detalles inéditos en un artículo reciente en la revista Blasones, de la Asamblea provincial del Poder Popular, y conversan al respecto con Memorias.

 

“El escenario marino guantanamero -dicen los autores- fue el primero que albergó en su seno a tropas norteamericanas, y las huestes mambisas dirigidas por (el coronel Enrique) Thomas, las primeras de todo el Ejército Libertador que participaron en operaciones militares terrestres conjuntas”.

 

Oficialmente el gobierno de USA no reconoció nunca la beligerancia del Ejército Libertador, pero en la práctica este sirvió al mando norteamericano en las acciones.

 

Pese al desembarco yanqui del día 10, los españoles mantuvieron la resistencia, y el 13 “el mando norteamericano decide utilizar a las fuerzas cubanas para eliminar la resistencia”, para lo cual el mayor general Pedro Agustín Pérez designa a Thomas al frente de 100 hombres del Regimiento Guantánamo, refuerzo con el que, el 14, “se le propina a los españolas una costosa derrota en El Cuzco”, exponen los historiadores.

 

“Este combate -detallan Sánchez y Campos- fue la acción militar más importante librada hasta ese momento por fuerzas cubano-norteamericanas contra el ejército español y la primera victoria de los ejércitos aliados contra el colonialismo español en toda Cuba”.

 

McCalla, máximo jefe naval de los norteamericanos en la operación aquí, reconoció el arrojo de los cubanos y felicitó a Thomas, en cablegrama del 15, a las 5 y 40 de la tarde, desde Playa del Este, al Secretario de Guerra.

 

Luego en sus memorias inéditas, por primera vez traducidas para esta investigación, McCalla elogia el desempeño de los mambises guantanameros de Pedro A. Pérez, al mantener aisladas las fuerzas españolas en el territorio sin permitirles auxiliar a Santiago de Cuba, frente principal de las acciones.

 

Reconoce textualmente “los esfuerzos patrióticos de los cubanos, quienes combatieron con mucho amor con la esperanza de ganar su libertad” y da créditos al “ejército cubano bajo el mando de (Máximo) Gómez y (Calixto) García (…) para continuar la insurrección con éxito, por tres años, a pesar de las enormes dificultades”.

 

Sin embargo, como es conocido, aquel primer desembarco norteamericano de hace 120 años en la bahía fue el comienzo de la ocupación que hoy continúa. Los patriotas cubanos de siempre siguen reclamando la devolución del territorio ilegalmente ocupado por el gobierno norteamericano en la bahía de Guantánamo.