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mexicano seminarioRolando Brito Rodríguez, presidente del Movimiento Mexicano por La Paz y el Desarrollo. Foto: Lorenzo Crespo Silveira.

De donde viene, ser un pacifista es una inclinación peligrosa, pero lo asume con hidalguía al punto de que hace cinco años Rolando Brito Rodríguez  es el presidente del Movimiento Mexicano por La Paz y el Desarrollo.

Previo a la reunión del Comité Ejecutivo del Consejo Mundial por la Paz, a la que asiste como preámbulo del IV Seminario por la Paz y la Abolición de las Bases Navales Extranjeras, accedió a conversar con Venceremos.

¿Qué tiene que decir México en este seminario contra las bases navales extranjeras?

Lo primero es que a este evento –que inicia mañana- vienen varios compatriotas, con varias ponencias. Es un acto muy importante al que hemos venido en otras ocasiones –es de hecho, su segunda vez- por lo que representa la base que tienen los Estados Unidos en este territorio, y afecta no solo a Cuba sino a todos los latinoamericanos.

¿De qué manera?

Porque esta fue la cabeza de playa, fue la primera base que pusieron los Estados Unidos y desde entonces se han extendido a toda la América. En México incluso hay pretensiones de poner bases de los norteamericanos.

No tenemos bases oficialmente, pero sí sufrimos la introducción de armas, asesoría a cuerpos policiales. No hay instalaciones militares, pero sí injerencia.

Ahora mismo, existe el plan Puebla-Panamá que se supone que es para desarrollar la región sureste de México y Centroamérica, desde Puebla que es un estado del centro del país hasta esa nación.

Y eso parece bueno, pero implica injerencia de los Estados Unidos, que ahora quiere crear una escuela para policías en Puebla supuestamente para la lucha contra el narcotráfico pero que nos recuerda demasiado a la Escuela de las Américas que existía en Panamá y que tanto daño le hizo al continente.  

¿Cuál es la importancia que le ve a estos eventos?

Un acto como este representa primero la unidad de los pueblos, porque viene gente de todas las partes del mundo, a reafirmar la posición común que tenemos los luchadores por la paz para que no proliferen este tipo de instalaciones en ningún país del mundo.

Es un tema bien delicado el de la paz en México. ¿Cómo lo percibe desde su posición?

México hoy es un país inundado de armas que en su mayoría fueron introducidas de forma ilegal por los Estados Unidos a través de un programa especial de la DEA (Administración para el Control de Drogas), y ahora estamos sufriendo una situación muy dolorosa porque el crimen organizado tiene tentáculos en todo el país y el clima de violencia es muy fuerte.

En los últimos años, en México, ha habido más de 100 mil muertes violentas y casi 25 mil desaparecidos.

El caso de Ayotzinapa, de hecho conmovió a la opinión pública…, incluyendo la cubana.

Agradecemos la solidaridad, pero eso que ha sido un escándalo a nivel mundial es solo la punta del iceberg. Lo que les hicieron a esos 43 estudiantes mexicanos –con los cuales todavía no se sabe qué pasó- es una expresión de lo que sucede todo el tiempo.

A diario en México hay desapariciones, asesinatos, presos políticos, luchadores sociales en la cárcel, tortura, todo lo que las agencias de espionaje de los Estados Unidos les han enseñado a los ejércitos y a las policías del continente y del mundo lo estamos sufriendo.

De modo que México es una víctima. Y necesitamos esa solidaridad también nosotros, el pueblo de México, porque el clima es algo que no se había visto en nuestro país hace muchos años.