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gala-por-la-paz-6Foto: Lorenzo Crespo Silveira

El reclamo por el territorio ocupado por la base naval en Guantánamo signó esta mañana el IV Seminario por la Paz y Abolición de las Bases Militares Extranjeras, con la presencia de Maria Do Socorro, presidenta del Consejo Mundial por la paz y José Ramón Balaguer, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido.

El estadounidense Joe Lombardo, dio una amplia disertación sobre las bases militares de los Estados Unidos en toda su historia, las primeras de las cuales –sostuvo- estuvieron al oeste de ese país cuando todavía no habían ocupado ese territorio.

“La mayoría de los países no tienen bases militares extranjeras, y las que existen se concentran bajo el poder de unas 10 naciones, de las cuales los Estados Unidos posee la mayor parte”.

“Pero la pregunta, insistió, es por qué un país necesita una base naval extranjera, si se supone que los ejércitos existen para defensa y la conclusión es que existen para la agresión de otras naciones, y por eso están todavía a pesar de que el costo de la base de Guantánamo, por ejemplo, es superior a los 250 mil millones de dólares al año”.

Un dinero, apuntó, “que en estos tiempos de crisis, los Estados Unidos podría usar para mejorar su educación o su salud pública, para ayudar a los refugiados que van a parar a Europa desplazados de los países donde ese país sembró la guerra o bien podría compensar al pueblo cubano por los daños al bloqueo”.

La también norteamericana Nancy B. Kohn Construyendo el movimiento para cerrar Guantánamo y el fin del bloqueo en la nueva era, explicó el funcionamiento de la solidaridad en apoyo al gobierno y el pueblo cubanos en su exigencia porque le sea devuelto el territorio ocupado ilegalmente desde 1903.

Kohn denunció, como la mayoría de los oradores, el uso de la base como centro de detención para los detenidos en la llamada guerra contra el terrorismo, y que se ha convertido en centro de torturas y de violaciones flagrantes a los derechos más elementales del ser humano.

Por su parte, el historiador José Sánchez Guerra ofreció una disertación sobre la evolución de los usos de la actual base naval en Guantánamo y significó las ambiciones de varias potencias –sobre todo Inglaterra y los Estados Unidos- desde mucho antes que el territorio en Guantánamo se entregara para ser usado por los últimos.

Se expusieron también ponencias sobre la realidad latinoamericana, como El rostro oculto de México. Despojo, militarismo y paramilitarismo en la que Daniela González, miembro del Consejo de Defensa de los derechos del pueblo del Movimiento Nacional del Poder Popular de ese país, narró la trama de entreguismo y saqueo que vive hoy México.

Por su parte Graciela Ramírez, coordinadora del Comité Internacional por la Paz, la Justicia y la Dignidad de los pueblos realizó una declaración de apoyo a la República Bolivariana de Venezuela, ante la feroz campaña del imperialismo y la derecha contra los gobiernos progresistas de América Latina.

“Una derecha que, alertó, se manifiesta más que nunca con la elección de Mauricio Macri como presidente de Argentina, quien ya prometió públicamente sacar a Venezuela del Mercado Común del Sur, Mercosur”.

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