eleccion cuba informaticaPara muchos la experiencia no es nueva. Otros, en cambio, «casi» se inician. Pero todos llevan en común la huella de la responsabilidad que les ha dejado el proyecto; la marca del crecimiento profesional que satisface tanto, y el regocijo de saberse útiles.

Diseñar, actualizar y perfeccionar el sistema informático que gestiona las elecciones ha sido una de las encomiendas significativas de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), que a partir del 2010 tuvo a su cargo el desarrollo de un proyecto a la medida de los comicios.

Con este, ya suman tres los procesos eleccionarios en los cuales han participado directamente los ingenieros de la UCI, según explica a Granma Aldis Abreu Medina, director de uno de los Centro de Desarrollo de Tecnologías de Gestión de Datos de la UCI, y líder del Proyecto Elecciones, el cual agrupa alrededor de 25 ingenieros.

Cuenta que al concluir cada episodio electoral se analiza la gestión del sistema y se determina qué mejoras son factibles. Desde ese momento comienza el trabajo en función de las próximas elecciones.

«Luego de participar en las parciales del 2015, puntualiza, nos enfrascamos en actualizar el software con tecnologías libres, incrementar la usabilidad e incorporar un número importante de reportes, porque cada vez es mayor la información requerida sobre la marcha de las elecciones».

Hoy, asegura Abreu Medina, «todas las personas que van a participar como autoridades electorales son gestionadas por el sistema y se manejan los datos del proceso desde la toma de posesión de las comisiones electorales hasta los comicios.

«Todos los pasos están incorporados al sistema, desde las estructuras electorales, el proceso de capacitación, las asambleas de nominación de candidatos, hasta las elecciones en sí, de manera que sea posible seguir cada una de las etapas».

En términos informáticos, acota Aldis, estamos hablando de 1 500 requisitos aproximadamente. El grado de información y el incremento de la funcionalidad distinguen, a su juicio, esta versión.

Añade que todavía no es posible llegar con el sistema hasta el nivel de la circunscripción, pues no está creada la infraestructura tecnológica en el país y hacerlo demanda muchos recursos. Aunque es un tema que se estudia.

APLICACIONES QUE SE COMPLEMENTAN

La intervención de la UCI no se ha limitado al software que gestiona el proceso, sino que ha incluido el desarrollo de un sistema operativo de factura cubana (Nova), la administración de toda la estructura informática que lo soporta, así como la implementación de varias aplicaciones que han complementado el proyecto principal, las cuales, aunque ya vienen de procesos anteriores, siguen actualizándose.

«Disponer de un sistema operativo propio, hecho a la medida de nuestros requerimientos, ofrece, sin dudas, mayor confiabilidad y seguridad al proceso, sin el riesgo de que se filtre información», comenta Juan Carlos Miranda Corrales, quien forma parte del Centro de Soluciones Libres de la UCI.

Detalla que se trata de un sistema operativo personalizado, atendiendo a las necesidades informáticas del Proyecto Elecciones. Ya se han realizado varias pruebas piloto y las dificultades presentadas, si bien mínimas, han sido corregidas.

Otro de los aportes de la UCI es en el almacén de datos. Consiste, al decir de Lisdan Rodríguez Pérez, uno de los jóvenes que ha trabajado en la aplicación, en una base de datos donde están contenidos los registros históricos de las elecciones.

El programa, abunda, permite hacer comparaciones de un proceso respecto a otro; saber el número de circunscripciones, el por ciento de mujeres, de jóvenes; conocer cómo se van comportando estas categorías; y el usuario puede escoger el proceso que quiere revisar.

Lo novedoso en esta oportunidad, subraya, radica en el modo de obtener la información. Hoy se hace desde la misma base de datos de la aplicación, lo cual constituye una vía más rápida y segura.

Desde el punto de vista profesional, reconoce Lisdan, «la experiencia ha sido muy enriquecedora, y me ha dado la posibilidad de desarrollarme en varias áreas del conocimiento.

«He programado, he trabajado en el almacén de datos, he sido administrador de la aplicación, he participado en capacitaciones en las provincias… Lo más difícil ha sido el tiempo y la enorme dedicación que demanda un proyecto de esta envergadura».

Y para el día de las elecciones, los informáticos de la UCI reservan una aplicación que permite reflejar en un mapa el comportamiento de la votación por regiones, con estadísticas que se generan en tiempo real.

Al concluir cada etapa del proceso eleccionario, argumenta Aldis Abreu, resulta necesario registrar los datos de todas las personas que participan en el proceso, a fin de poder actualizarlos en caso de muerte, o ante la ocurrencia de cualquier eventualidad. Contar con las herramientas informáticas para ello también ha estado a cargo de los ingenieros de la UCI.

Tampoco olvida mencionar, aunque sea brevemente, la gestión de los contenidos de las elecciones en las redes sociales y la actualización del sitio web, porque las informaciones relevantes de un proceso como este deben llegar por todas las vías.

CAPACITAR (NOS)

«Vincularme con un proyecto real de la magnitud e importancia de este ha sido, en extremo, gratificante. No exagero si digo que ha constituido mi segunda escuela. Y me ha obligado a crecer profesionalmente», advierte Gretel Benítez Fajardo, analista principal del Proyecto Elecciones.

Ser analista implica, en sus palabras, «captar todos los requisitos que demanda el cliente; conocer a fondo el tema para lograr satisfacer las exigencias. En este caso, se trata de dominar cada una de las etapas por las que transcurre el proceso electoral, de modo que todas estén contenidas en el sistema de gestión».

De la Comisión Electoral Nacional, añade, «hemos recibido incontables muestras de apoyo, ya sea en la capacitación sobre los contendidos electorales, las bases legales, la singularidad del proceso nuestro…

«Desde el inicio nos hemos sentido como una parte vital del proceso. Eso te pone orgullosa. Y empiezas a implicarte en él, a querer corregir cualquier desajuste, a no reparar en las horas y horas de trabajo».

Pero la capacitación no ha sido solo a lo interno, enfatiza Aldis Abreu. También hemos participado, de conjunto con las autoridades electorales de la nación, incluso desde la conformación de las comisiones de trabajo temporales, en acciones de superación por todo el país, en aras de lograr que los implicados dominaran el sistema informático.

De igual forma, agrega, «se han realizado pruebas piloto y los resultados, de modo general, han sido satisfactorios. Esos ejercicios son actos de capacitación en tiempo real.

«Desde ahora hasta el día de las elecciones debemos monitorear el comportamiento de los pasos electorales, y comprobar que el sistema se mantenga estable.

«Es un reto y una tarea fuerte. Ya llevamos varios procesos e implica mucha dedicación. Pero creo que Fidel pensó la Universidad para esto y estamos dándole respuesta a ese sueño. Él sabía, probablemente, que un proyecto como este debía estar en manos nuestras».

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