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La negativa del Departamento de Estado de regresar el personal diplomático a su legación en La Habana se basa en una fabricación política, aseguró Carlos Fernández de Cossío, director general de Estados Unidos de la Cancillería cubana. 

En declaraciones a medios nacionales y extranjeros, el funcionario dijo que el anuncio del gobierno de Donald Trump el pasado 2 de marzo, se suma a la larga historia de hostilidad que el pueblo cubano conoce muy bien.
  
Fernández de Cossío fustigó, en esta nueva escalada retórica de los vínculos bilaterales, la decisión del Gobierno norteamericano que de forma unilateral mantiene por un tiempo indefinido la reducción de su embajada en Cuba.
  
Responde a motivaciones políticas y no tiene relación alguna con la seguridad de sus funcionarios en La Habana, reiteró.
   
Dijo, como ya había expresado el viernes a través de su cuenta en la red social Twitter, que la decisión estadounidense afecta en particular los servicios consulares de los que dependen miles de cubanos que se ven obligados a incurrir en gastos suplementarios en la búsqueda de visas en terceros países.
  
Insistió que EE.UU. ha impuesto un castigo financiero a decenas de miles de personas, además de angustia e inseguridad en las relaciones de ellas con sus familiares y allegados.
  
Es una medida con un costo humanitario del cual es responsable el gobierno de EE.UU., destacó.
  
El director general de EE.UU. de la Cancillería denunció que el Departamento de Estado ha renovado el uso del término "ataques", para referirse a supuestos incidentes que afectaron a diplomáticos de esa nación en La Habana.
   
Estados Unidos conoce con total seguridad que no ha habido ataques, ni acto deliberado alguno contra representantes de ese país en Cuba, subrayó, antes de reafirmar que el término "ataques" entraña mala intención y no se corresponde con el vocabulario ni el contenido de los intercambios oficiales.
   
Ante la prensa nacional y extranjera acreditada, el funcionario consideró como una falsedad que el personal de esa legación en la capital cubana esté o haya estado en riesgo.
  
No hay evidencia alguna aportada por los expertos estadounidenses, incluidos de la comunidad científica que corroboren la ocurrencia de los supuestos incidentes, apuntó.
  
Sobre la renovación de la alerta que recomienda a los viajeros reconsiderar las visitas a Cuba, emitida también el pasado viernes 2 de marzo, agregó que es otro acto hostil y difamatorio, con una clara agenda política en nada relacionada con la salud de los funcionarios, ni con la preocupación con los visitantes estadounidenses a la Isla que el año pasado implantaron cifra récord de viajes.
  
Entre las falsedades que enumeró Fernández de Cossío, señaló que hayan ocurrido en Cuba los ataques o que el gobierno cubano permitiera acciones deliberadas contra diplomáticos de EE.UU; así como también que los ciudadanos de aquel país tengan razones para temer por su seguridad en la Isla.
   
Cuba es y seguirá siendo un país seguro, estable y atractivo, dispuesto a desarrollar un diálogo respetuoso y a avanzar con Estados Unidos en temas que atañen la vida de millones de personas, concluyó.
  
A partir de hoy lunes tendrá carácter permanente el recorte de cerca del 60 por ciento del personal diplomático norteamericano en La Habana, y con la limitación adicional de que deberán hacerlo sin sus familiares aquellos que trabajen aquí.
   
Desde septiembre del 2017 la legación en la capital cubana trabaja con el personal mínimo para llevar a cabo funciones oficiales y consulares indispensables.
   
Hasta la fecha el gobierno de Trump continúa esgrimiendo la teoría de los supuestos ataques acústicos a su personal en Cuba, como justificación a la salida de casi el 60 por ciento de sus funcionarios de La Habana y la expulsión de 17 diplomáticos cubanos de la legación en Washington.
    
Desde el pasado viernes numerosas han sido las críticas a esta nueva decisión del gobierno de Trump, entre ellos voces de congresistas, senadores y del pueblo norteamericano, quienes condenan el paso atrás en las relaciones bilaterales, anunciado por el Presidente estadounidense en junio pasado.

Fuente: Cubasí