paneles fotovoltaicosLa utilización de energías alternativas y renovables constituye más que la política a adoptar por los Gobiernos contemporáneos; es un llamado a proteger el medio ambiente de la emisión de gases a la atmósfera o de la sobreexplotación de los combustibles sólidos. Los sistemas fotovoltaicos, por ejemplo, transforman la luz solar en energía eléctrica, cuando una partícula luminosa con energía (fotón) se convierte en una energía electromotriz (voltaica).

La instalación en Cuba de parques solares fotovoltaicos responde a los Lineamientos 247 y 285 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución y actualmente existen siete ubicados en las provincias de La H­a­ba­na, Villa Clara, Cienfuegos, Camagüey, San­tiago de Cuba, Guantánamo y el municipio especial Isla de la Juventud.Uno de ellos se encuentra en el recinto ferial de EXPOCUBA, donde fuera inaugurado en noviembre del 2013, gracias a una donación de la República Popular China.

La instalación cuenta con una potencia de un megawatt y una generación promedio diaria de 4 200 kilowatt hora al día, por lo que debe producir al año alrededor de un millón 500 000 kilowatt hora.Jorge del Campo, especialista de inversiones de la Empresa de Hidroenergía de la capital, explicó a Granma que se decidió instalar el parque fotovoltaico en EXPOCUBA por ser el recinto ferial más importante del país, cuyo consumo de energía es bastante elevado y actualmente el parque le suministra cerca del 70 % de ese consumo.

“Por supuesto, el comportamiento del parque y la entrega de energía dependen de la radiación solar, y el consumo de esta depende a su vez de los niveles de explotación de EXPOCUBA como recinto ferial. Por lo tanto hay momentos en que la totalidad de la energía generada va solamente para EXPOCUBA y hay ocasiones en que la datación del parque es suficiente para cubrir estas demandas e incluso aportar al Jardín Botánico que también se alimenta de la subestación que tenemos aquí”, agregó.

TODAS SON VENTAJAS

La energía fotovoltaica no contamina el medio ambiente ni precisa de la explotación de yacimientos de forma intensiva. No requiere de grandes tendidos eléctricos ni de suministro de combustible pues trabaja con la luz solar.La energía producida por el parque fotovoltaico de EXPOCUBA representa un ahorro de 390 toneladas de combustible fósil al año, dejando de emitir 1 290 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Según Pedro Abreu Mujica, director del recinto, del consumo total de electricidad en EXPOCUBA desde noviembre hasta el pasado mes de julio (1776,78 Mw), el parque proporcionó 1178.22 Mw, para un 66 % aproximadamente. Jorge del Campo apuntó que una parte del consumo de EXPOCUBA se produce en la noche y el parque fotovoltaico no genera en esos horarios, “por lo tanto no llegamos a cubrir el ciento por ciento de la demanda por ese factor técnico, pero en periodos como este, en que no hay grandes consumos porque no hay ferias importantes, hemos sido capaces de suministrar grandes cantidades de energía”.

Para Armando Sosa, eléctrico principal de EXPOCUBA, “esta obra le está dando un gran ahorro no solo al centro, catalogado entre los 25 mayores consumidores de electricidad de la capital, sino también para la empresa PALCO a la cual pertenecemos, y al país de forma general. Es una gran experiencia que esperamos se amplíe”.

EXTENDER LA EXPERIENCIA

“El mundo de hoy se ha visto obligado a entender que si no cambiamos nuestra política y nuestra forma de actuar con el medio ambiente, las consecuencias a mediano y lar­go plazos pueden ser desastrosas. La energía fotovoltaica es una de las menos dañinas al entorno, pues como toda energía renovable tiene a su favor la utilización de combustible no contaminante, donado por la naturaleza y que se recicla por el mismo proceso natural de la vida”, comentó Jorge del Campo.

El año pasado comenzó la construcción en Cuba de parques fotovoltaicos de gran tamaño sincronizados directamente al sistema. El desarrollo de un amplio programa nacional, que no se limita solamente al impulso de la energía fotovoltaica, incluye la utilización de todas las posibles fuentes de energía alternativa que existen en el país, en dependencia de la tecnología y el capital financiero existente.

Lo cierto es que, en la medida de lo posible, el país debe aprovechar sus características geográficas, que ofrecen “un muy buen po­tencial para la explotación de estos tipos de instalaciones, que forman parte además de la matriz de la política energética del país para los próximos años, en función de diversificar nuestras fuentes de energía e ir disminuyendo paulatinamente nuestra dependencia de los combustibles sólidos, y por supuesto, teniendo en cuenta los efectos beneficiosos adicionales que traen aparejado para el medio ambiente”, concluyó Del Campo.

Fuente: Granma

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