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La V Evaluación Nacional al Programa de Producción Local y Venta de Materiales de la Construcción reconoció los pasos significativos alcanzados en relación con las cuatro inspecciones realizadas anteriormente. Durante la última com­probación, nueve provincias del país fueron certificadas de bien (B), una se clasificó de mal (M), y el resto recibieron nota de regular (R).

Camagüey fue el único territorio donde no se cumplieron los indicadores previstos. Seis de sus municipios fueron evaluados de M y otros tantos de R. Las provincias de Pinar del Río, Artemisa, La Habana, Mayabeque y Guantánamo recibieron puntuaciones de R. De los 168 municipios del país 15 obtuvieron mala calificación, 46 de R, mientras los 107 restantes fueron catalogados de B.

Durante la evaluación desarrollada entre los meses de septiembre y noviembre, se aplicó una guía de trabajo más rigurosa para obtener resultados más prácticos. También se enfatizó en la solución de los problemas de producción, comercialización, venta, calidad, innovación, protección al medioambiente, entre otro grupo de cuestiones, todas pilares para el fortalecimiento del programa.

Según Manuel Tomás Vázquez Henríquez, jefe del Grupo Nacional de Producción Local y Venta de Materiales de la Construcción, la recién concluida evaluación marca el vencimiento de la fundacional y permite que el programa se adentre en una etapa puramente productiva, pues a partir del 1ro. de enero del 2015 la circulación mercantil de cada muni­cipio va a tributar directamente al Producto Interno Bruto nacional.

Uno de los aspectos donde se encontró una mejora sustantiva es en el relacionado con la aplicación de los precios locales a este tipo de producción de materiales, según dicta la Resolución 141 del 2014, emitida por el Ministerio de Finanzas y Precios. En todas las provincias, con excepción de La Ha­ba­na, se establecieron precios mucho más bajos a los artículos locales en relación con los fabricados por la gran industria.

Especial hincapié se hizo en el tema de la calidad desde el propio flujo del proceso productivo. En opinión de varios directivos entrevistados la empresa estatal socialista debe asegurar que los productos elaborados salgan con un sistema y un plan de la calidad que los respalde, y que al Ministerio de Comercio Interior (Mincin) lleguen con un certificado de concordancia con la calidad.

Como positiva fue reconocida la integración del programa con los grupos de trabajos provinciales, conformados por las dependencias del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, entidades bancarias, el Institu­to de Plani­ficación Física, la Oficina Nacional de Recursos Mine­rales, entre otros organismos de la Administración Central del Estado.

Entre los principales inconvenientes detectados se hizo énfasis en solucionar las dificultades existentes con la transportación de materias primas hacia el lugar donde el productor las va a transformar. Para Vázquez Henríquez, si se consiguen erradicar estas se ganará en sostenibilidad, pues se contará con un medio de transporte que acerque la producción al consejo popular.

También se señaló que se debe realizar un trabajo más ágil en la captación de las mercancías por parte de las dependencias provinciales y municipales de Comercio y Gastronomía.

Abundando en el asunto Vázquez Henríquez explicó que, "muchos de los municipios que salieron con mala evaluación fue porque no tienen presencia en las tiendas del Mincin, de ninguno de los 118 renglones del nomenclador. Lo que produzca un municipio tiene que estar en la tienda de ese propio territorio, y se agrega lo que fabrican otras regiones de esa provincia. El Mincin tiene todas las prerrogativas para que la gestión de venta de la producción local sea buena y que el programa sea armónico".

El directivo informó que el 70 % de la producción local de materiales de la construcción está destinado para ir a los establecimientos del Mincin. Por su parte, en los elementos de techo se destina el 85 % a la red de Comercio. El 30 % restante de la producción debe quedar en los gobiernos municipales para satisfacer las necesidades locales que puedan existir en esos territorios.

"En lo que va de año se han vendido al Mincin por concepto de materiales de producción local 304 millones de pesos, para el 2015 se tiene previsto incrementar esas cifras a 420 millones de pesos", agregó Aida Cabrera Mateu, especialista principal del Grupo Nacional.

En todas las visitas realizadas se puntualizó el Plan del 2015 de producción y comercialización de materiales de la construcción. El mismo, ya aprobado, va a crecer un 38 % en relación con el pronóstico de su antecesor del 2014.

"El Plan 2015 está montado en función de una demanda bien identificada y unas capacidades creadas. Por supuesto, hoy no están todas las capacidades disponibles. Sin embargo, hay que tenerlas listas antes de que cierre el 2014, no podemos esperar a enero. Los planes están descentralizados por cada municipio, ellos saben lo que tienen que hacer", subrayó la especialista principal del Grupo Nacional.

Este próximo plan refleja un crecimiento físico importante de un grupo de recursos como bloques, pisos, elementos de pared, techos sólidos de vigueta, plaqueta y losa canal, etc. En el caso de los techos sólidos está pautado hacer 53 189 en el próximo año, dirigidos básicamente a los subsidios. Para ello se crean todas las capacidades en los municipios del país.

Al indagarse sobre la poca presencia de este producto en el mercado, Vázquez Henríquez comunicó que las causas estribaban en la poca asignación de acero; además de no poseer las condiciones creadas con los moldes de cubiertas.

Aunque resaltó que en el Plan del 2015 el país asignó la entrega de 8 000 toneladas de acero para hacer los 53 189 techos sólidos por concepto de producción local.

En cuanto al Programa de Ahorro de Agua, se tiene previsto impactar el mercado en el 2015 con la producción de dos millones 462 000 herrajes hidrosanitarios, de ellos 800 000 latiguillos se harán en la fábrica de Holguín; mientras Villa Clara confeccionará un millón 662 000 piezas para grifos, llaves de ángulo, etc. En el caso de los herrajes, la venta se realiza bajo las normas de precios locales y se dispone de gran parte de la materia prima contratada para el 2015.

Si bien es cierto que en el presente año existieron dificultades en la fabricación de herrajes, debido a carencias en la comercialización, además de los conocidos problemas con las capacidades productivas y de transporte con las materias primas, es de esperar que en el futuro ello no ocurra si existen todas las condiciones creadas para que la pequeña industria funcione con normalidad.

La calidad de dichos herrajes es buena, en opinión de Cabrera Mateu, pero desde el punto de vista estético se encuentran en desventaja con sus homólogos de importación, porque la materia prima utilizada para la fabricación se obtiene de un plástico reciclable. "No obstante, las piezas llegan con un certificado de calidad emitido por el Centro Técnico para el Desarrollo de los Materiales de la Construcción".

"La célula básica de nosotros es el municipio, hacia ellos se dirige el programa. Lo que se pretende es que la materia prima se descargue en el municipio y allí mismo se produzcan los materiales de forma sostenida, con calidad, cumpliendo con el encargo estatal, y que a su vez contribuya en la generación de fuentes de empleo", finalizó Vázquez Henríquez.