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El catedrático cubano Rafael Betancourt certificó este lunes que los reglamentos de Trump referentes sobre todo al turismo afectan a los habitantes de esta isla, pese a que algunos de sus argumentos están supuestamente justificados en el sentido de ayudarles.

Betancourt relató a Prensa Latina que la caída de 56,6 por ciento en los arribos de visitantes de Estados Unidos a partir de las restricciones impuestas por el gobierno de Trump, desde junio de 2017, impulsaron una contracción del siete por ciento en el total de visitantes extranjeros.

Ese recorte afectó sobre todo los primeros tres meses de 2018, tal y como lo repitió Betancourt a partir de los datos oficiales de Cuba de abril pasado. El estudioso forma parte de la Cátedra de turismo del Instituto Internacional de Periodismo José Martí de La Habana.

En 2017, dijo, tras la política de apertura del presidente Barack Obama, casi 620 mil estadounidenses visitaron la Isla, seis veces más que el año precedente. Desde junio de 2017, Trump dictó una serie de restricciones y cambios de política.

Entre esas políticas se encuentran nuevas regulaciones para restringir los viajes individuales, autodirigidos, de intercambios pueblo-a-pueblo (people-to-people).

También incluye la prohibición (a los nacionales de Estados Unidos) de cualquier transacción financiera con un conjunto de 180 entidades supuestamente vinculadas a los servicios de defensa, inteligencia y seguridad cubanos.

La amplia lista apunta a la retirada forzosa de la mayoría de los funcionarios de la embajada estadounidense en La Habana y, a la inversa, de la embajada de Cuba en Washington D.C.

El catedrático recuerda en la amplia y negativa lista la Advertencia de Viajes emitida por el Departamento de Estado en septiembre 2017, y el nuevo sistema de Advertencias de Viaje del Departamento de Estado presentado en enero 2018.

Esas advertencias clasifican a Cuba como Nivel Tres: 'reconsiderar viajar... debido a los ataques a la salud dirigidos a trabajadores de la Embajada de Estados Unidos en La Habana'.

Dice el experto que se trata de una encuesta realizada por el Center for Responsible Travel (Crest), Centro para el Turismo Responsable, a 42 turoperadores estadounidenses que llevaron más de 17 mil personas a Cuba en 2017.

Tal indagación reveló que el 85 por ciento de las empresas encuestadas vio una caída mayor en sus reservas, o aumento en sus cancelaciones en la segunda mitad de 2017 comparado con la primera mitad.

El 66 por ciento experimentó cancelaciones de sus socios de viaje (universidades, museos, y asociaciones profesionales), y el 85 por ciento pronostica menos reservas de viajes pueblo-a-pueblo en 2018 que las de 2017.

Entre las razones de las caídas están las advertencias mencionadas (84 por ciento), la prohibición de viajes individuales (75), las menciones a problemas de salud (56), seguridad (50) y represalias al regreso (37).

De esa suerte, el director ejecutivo del Fondo para la Reconciliación y el Desarrollo, John McAuliff, sentenció que las personas aún pueden ir a Cuba de manera independiente, pero casi nadie lo sabe.

Como parte de su trabajo de curso, el profesor y estudiantes de quinto año de la asignatura Economía Urbana, del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, adaptaron la encuesta de Crest, y la aplicaron a una muestra de negocios y emprendedores, estatales y privados (marzo-abril,2018).

Luego de encuestas adicionales y otros informes, el estudio reflejó que cuando Trump anunció su nueva política hacia Cuba el verano pasado dijo que su objetivo era 'eludir a los militares y el gobierno y ayudar al propio pueblo cubano a crear negocios y lograr vidas mucho mejores'. Sin embargo, la profunda investigación realmente indica exactamente lo contrario, concluye el catedrático.

Fuente: Cubasí

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