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raul celac Raúl dijo que los cambios entre las dos naciones son resultado de siglo y medio de heroica lucha y fidelidad a los principios del pueblo cubano. Foto: Sitio Web del evento

El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz, aseguró hoy que el proceso iniciado entre Cuba y Estados Unidos para restablecer relaciones diplomáticas fue posible gracias a la nueva época que vive nuestra región y al sólido y valiente reclamo de los gobiernos y pueblos de la Celac.

Durante su intervención en la III Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en San José, Costa Rica, Raúl dijo que los cambios entre las dos naciones son resultado de siglo y medio de heroica lucha y fidelidad a los principios del pueblo cubano y también constituyen una reivindicación de Nuestra América que actuó en estrecha unidad por este objetivo en la ONU y en todos los ámbitos posibles.

El presidente cubano contó en el plenario como el pasado 17 de diciembre regresaron a su patria los tres luchadores antiterroristas cubanos que permanecían encarcelados en Estados Unidos.  

En esa misma oportunidad, agregó Raúl, el presidente Obama reconoció el fracaso de la política contra Cuba aplicada por más de 50 años y el completo aislamiento que ha provocado al país norteño.

Obama anunció también la decisión de restablecer relaciones diplomáticas con Cuba, agregó.

“Se demuestra que un principio justo desde el fondo de una cueva puede más que un ejército”, señaló el mandatario cubano, tras agradecer la posición latinoamericana de no asistir a una próxima Cumbre de las Américas sin la presencia de Cuba. En ese sentido, ratificó que asistirá a la próxima reunión de ese mecanismo en Panamá.

“Estos resultados demuestran que gobiernos que tienen profundas diferencias pueden encontrar solución a los problemas mediante un diálogo respetuoso e intercambios basados en la igualdad soberana y la reciprocidad en beneficio de sus respectivas naciones”, precisó.

Como he afirmado reiteradamente, añadió, Cuba y Estados Unidos deben aprender el arte de la convivencia civilizada, basada en el respeto a las diferencias entre ambos gobiernos y en la cooperación en temas de interés común que contribuyan a enfrentar los desafíos del hemisferio y el mundo.

Raúl aclaró que no se debe pretender que Cuba tenga que renunciar a sus ideales de independencia y justicia social, ni claudicar e uno solo de sus principios, ni ceder un milímetro en la defensa de la soberanía nacional.

Abordó también los retos que tiene por delante el proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas. Entre ellos, mencionó la restitución de los servicios financieros a la misión diplomática de Cuba en Washington y la injusta inclusión de nuestro país en la lista de países patrocinadores del terrorismo internacional.

Asimismo, se preguntó cuál será la conducta de los diplomáticos estadounidenses en La Habana respecto a la observancia de las normas internacionales que rigen las relaciones diplomáticas y consulares.

Reiteró que esos puntos fueron transmitidos por la delegación cubana al Departamento de Estado durante las conversaciones que tuvieron lugar la semana pasada en La Habana en un clima de respeto.

Además, dijo, hemos compartido con el presidente de EE.UU. la disposición de avanzar hacia la normalización de las relaciones bilaterales, una vez que sean restablecidas relaciones diplomáticas.

Para ello, añadió, serán necesarias medidas mutuas para mejorar el clima entre nuestros países, resolver problemas pendientes y avanzar en la cooperación.

Indicó que ese proceso hacia la normalización de las relaciones no será posible mientras exista el bloqueo, no se devuelva el territorio de la Base Naval de Guantánamo, no cesen las transmisiones radiales y televisivas violatorias de las normas internacionales, y no haya una compensación justa por los daños humanos y económicos que ha sufrido nuestro país.

“No sería ético justo y aceptable que se pidiera a Cuba algo a cambio”. Si estos problemas no se resuelven este acercamiento diplomático entre Cuba y Estados Unidos no tendría sentido, añadió.

Esta nueva situación, explicó Raúl, abre modestamente una oportunidad al hemisferio de encontrar nuevas y superiores formas de cooperación que convengan a la dos Américas.

La declaración en la II Cumbre de la Celac en La Habana de la región como Zona de Paz, constituye una plataforma indispensable para alcanzar esos objetivos, incluido el reconocimiento de que todo estado tiene derecho inalienable a escoger su sistema político, económico, social y cultural sin injerencia de otro estado, precisó.

Raúl enfatizó en que el problema principal no ha sido resuelto: el bloque económico, financiero y comercial que provoca enormes daños al pueblo cubano y es una violación del derecho internacional que debe cesar.

Recordó que esa política siempre tuvo por objetivo crear hambre, desesperación y sufrimiento para lograr el derrocamiento del gobierno.

Añadió que ahora el objetivo es crear una oposición política artificial, por medios económicos, políticos y de tecnologías de la comunicación.

El mandatario cubano dijo que el fin del bloqueo será un proceso largo y difícil, que implicará la movilización de todas las personas de buena voluntad dentro de EE.UU. y en el mundo. 

CELAC: UNA NUEVA ÉPOCA

El presidente cubano dijo que Nuestra América se ha adentrado en una época nueva y ha avanzado desde la creación de la Celac en sus objetivos de independencia, soberanía sobre sus recursos naturales, integración y construcción nuevo orden, justicia social y democracia del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

“La unidad en la diversidad y el respeto a la diferencia seguirá siendo nuestro primer propósito”, añadió y afirmó que profundas transformaciones políticas y sociales durante los últimos años han traído dignidad a millones de familias que han salido de la pobreza.

Tendremos que crear una visión propia sobre los sistemas económicos y los patrones de producción y consumo, la relación entre crecimiento económico y desarrollo y también sobre la eficacia de los modelos políticos, dijo Raúl.

 “Poco tienen que mostrar a nuestra región en este aspecto muchos de los estados industrializados”, añadió, donde se aplican políticas inhumanas contra los inmigrantes, crece el racismo, la xenofobia, el extremismo violento y las tendencias neofascistas.

Raúl dijo que América Latina y el Caribe debe asegurar una educación gratuita, cobertura universal y gratuita de salud, seguridad social para todos, igualdad de oportunidades, ejercicio pleno de todos los derechos humanos por todas las personas, entre otros asuntos.

 “Dentro de tales esfuerzos es elemental deber la solidaridad y la defensa los intereses del Caribe y en particular de Haití”, agregó.

“La voz de Cuba defenderá las causas justas y los interés de los países del sur y será leal a sus objetivos y posiciones comunes, sabiendo que Patria es Humanidad”, puntualizó y añadió que la política exterior de la Revolución Cubana seguirá siendo fiel a sus principios.

Condenó las injustificadas sanciones unilaterales impuestas a Venezuela y la continuada intervención externa dirigida a crear un clima de inestabilidad en esa hermana región.

Raúl se unió a la República Argentina sobre su reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas y en contra de los ataques que enfrenta de fondos especulativos.

Asimismo, expresó solidaridad en apoyo a la demanda ecuatoriana de reparación por los daños ambientales provocados por Chevron en la amazonía de ese país.

Dijo que la Celac estará incompleta mientras falte Puerto Rico, pues su situación colonial es inadmisible y su carácter latinoamericano y caribeño no admite lugar a dudas.

Respecto al proceso de paz de Colombia, dijo que son significativos los acuerdos alcanzados por el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (Farc-ep) en la mesa de conversaciones que se desarrolla en La Habana. “Nunca antes se había avanzado tanto en la dirección de alcanzar la paz”.

Se sumó asimismo al justo reclamo de los países del Caribe para exigir  reparación por los daños de siglos de esclavitud y el colonialismo.

Expresó su preocupación por los enormes gastos militares impuestos al mundo por EE.UU y la OTAN, así como los intentos de esta última de extender su presencia hasta las fronteras de Rusia, “con la cual tenernos históricas y fraternales relaciones”.

“Declaramos enérgica oposición a la imposición de sanciones unilaterales e injustas contra esa nación”, añadió.

Denunció la creciente agresividad de la OTAN y el desarrollo de guerras no convencionales que ya han tenido devastadoras consecuencias y amenazan la paz y la seguridad internacional.

Dijo también que la Asamblea General de ONU debe usar sus facultades para preservar la paz y la seguridad internacional antes los dobles raseros,  exceso y omisiones del Consejo de Seguridad. Y no debe esperar más para otorgar plena membrecía  a Palestina.

Respecto a África refirió que no necesita consejo ni intromisión, sino tecnología y trato justos. “Siempre defenderemos los intereses legítimos de las naciones con las que luchamos hombro con hombro contra el colonialismo y el Apartheid. Siempre recordaremos su invariable solidaridad y apoyo”.

“Felicitamos a Costa Rica y al presidente Luis Guillermo Solís por la labor desarrollada al frente de la Celac, y damos la bienvenida y prestaremos pleno apoyo a Ecuador que presidirá la comunidad en el 2015”, concluyó.