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equipos coccion La nueva disposición amplía la posibilidad de adquirir, además de ollas arroceras y de presión eléctricas mediante crédito bancario, cocinas eléctricas de resistencia. Foto: Jorge Luis González

En abril del 2011, el Sexto Con­greso del Par­tido Comunista de Cu­ba se pronunció, en uno de sus 313 Lineamientos, a favor de “estudiar la venta liberada de combustible do­méstico y de otras tecnologías avan­­zadas de cocción, como op­ción adicional y a precios no subsidiados”. Desde entonces, y con ese mismo fin, se han aplicado varias medidas que forman parte de la política aprobada por el Consejo de Ministros, entre ellas la venta liberada de gas licuado de manera experimental en varios territorios y la posibilidad de comprar equipos elec­trodomésticos a través de créditos bancarios.

En esos temas las noticias vuelven y esta mañana se dan a conocer en la Gaceta Ofi­cial Extraor­di­naria No. 15 nuevas decisiones que brindarán más facilidades para el determinante y diario asunto de la cocción de alimentos. De esta manera, se informa sobre la venta en con­diciones preferenciales de 80 000 cocinas de inducción y sus menajes, para los núcleos familiares aten­didos por la Asis­tencia Social en to­do el país y la posibilidad de comprar también la cocina eléctrica de resistencia mediante crédito bancario.

Dania Argudín Quesada, directora de Pla­nificación, Evaluación y Con­­trol de Petróleo y Gas del Mi­nisterio de Energía y Minas (Minem), explicó a Granma que a partir de la publicación de las normas comenzará la venta a los asistenciados de las cocinas de inducción y su conjunto de menajes, que incluye una cacerola con tapa, una sartén, un jarro y una cafetera; con un precio preferencial de 500 CUP y la posibilidad además del otorgamiento de un subsidio.

En este punto, Raúl Pérez de Pra­do, director general de Petróleo y Gas del Minem, valoró que se trata de la introducción de una tecnología para la cocción de alimentos más eficiente que las hornillas de resistencia, la cual permite un ma­yor ahorro de energía eléc­trica. El nue­vo equipo calienta directamente el re­cipiente, mediante un cam­po electromagnético.

Su alta eficiencia en la transferencia de calor permite co­­cinar más rápido que con las hor­nillas convencionales, a lo que se suma más seguridad y durabilidad. De tal manera, los consumidores se beneficiarán por la reducción de la factura de la electricidad y las mejores prestaciones de la cocina de inducción.

Dichos efectos electrodomésticos —que se comercializarán en las tien­das minoristas de­signadas para la venta a los beneficiarios de la Asistencia Social— podrán ser sub­sidia­dos de manera total o parcial por el Pre­su­puesto de la Asistencia Social, a partir de una evaluación so­cioeconómica de esos nú­cleos fa­miliares, realizada por el Grupo de Tra­bajo Municipal que atiende la temática en cada territorio, la que deberá ser aprobada finalmente por los Consejos de Ad­mi­nis­tra­ción Mu­nicipales. De esta evaluación se ex­cluyen aquellas familias que utilizan otras formas de cocción de bajo costo, como el gas manufacturado y gas licuado a ciclo normal, o las que no cuentan aún con condiciones pa­ra usar el nuevo módulo, fundamentalmente por estar en zonas de tendederas o no electrificadas.

Los directivos del Minem informaron también sobre la incorporación de la cocina eléctrica de resistencia a los equipos de cocción co­mercializados a través de créditos bancarios, grupo donde ya están incluidas las ollas eléctricas de presión, las arroceras y las ollas de presión convencionales.

La posibilidad de adquirir las co­cinas eléctricas de resistencia me­diante créditos bancarios y la posterior venta liberada de las co­cinas de inducción con su conjunto de me­najes, favorecerán la reposición de las cocinas que hoy se usan en los hogares cubanos, las cuales han so­brepasado el periodo de vida útil y mantienen altos índices de rotura.

Sobre estas medidas y el impacto de las de­más decisiones que se han ido implementando también como parte de esta po­lítica, Gran­ma ofrecerá más detalles en próximas ediciones.

Fuente: Periódico Granma