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Miguel Díaz-Canel Bermúdez, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, reafirmó hoy, en la capital cubana, que la Revolución cubana tiene una sola política cultural, cuya base radica en el discurso del Comandante en Jefe Fidel Castro, conocido como Palabras a los intelectuales.

Ante los diputados de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), Díaz-Canel reiteró que el Ministerio de Cultura y sus dependencias son las encargadas de velar por su  cumplimiento.

En el encuentro, donde también participaron Julián González, titular de Cultura, y Abel Prieto, asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, los parlamentarios expusieron sus valoraciones respecto a la influencia negativa en la población, cuando consume contenidos en disonancia con la principios éticos de la Revolución.

La mejor manera de resolver estos problemas está en el accionar sistemático y coherente, y ello es posible mediante la integración de la familia- escuela-comunidad-instituciones, enfatizó Díaz-Canel.

A su vez, informó que se impartirán cursos de Historia y otras materias a los profesores para que influyan en su preparación general integral y los estudiantes, y lograr así que los centros de enseñanza puedan ser la institución cultural por excelencia de la comunidad.

Sobre  las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, manifestó que es una oportunidad económica para el país, pero se avecinan retos ideológicos ante las plataformas neoliberales capitalistas que tratan de imponerse.

Al respecto, Abel Prieto indicó que en conjunto con el Instituto Cubano de Radio y Televisión, se trabaja en la revisión de los programas dirigidos al público a través de los medios.

¿Quién controla la música de los centros recreativos?, ¿qué factores deciden lo que se transmite por la radio y la televisión?, ¿quién regula que en los espectáculos turísticos se brinde la verdadera identidad nacional?, ¿y por qué tenemos que consumir banalidades?, resultaron algunas de las interrogantes de los parlamentarios en los debates de la política cultural para los espacios públicos.

Fuente: AIN