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Cuba y Estados Unidos acordaron abrir nuevas áreas de diálogo y consolidar los mecanismos de cooperación bilateral creados.

El anuncio lo hizo el canciller cubano Bruno Rodríguez en conferencia de prensa ofrecida en el Hotel Nacional de Cuba de conjunto con el secretario de Estado de ese país, John Kerry, tras sostener ambos funcionarios conversaciones oficiales una vez concluida la ceremonia de reapertura de la embajada norteamericana en La Habana.
Dijo que en un clima respetuoso y constructivo valoraron qué nuevos pasos se pueden dar en el proceso hacia la normalización de las relaciones, cuando en la primera etapa los esfuerzos se concentraron en los vínculos diplomáticos.
Por ello las partes acordaron crear una comisión bilateral, que en las próximas semanas se reunirá, para definir los temas que deberán ser abordados de inmediato, incluyendo los asuntos pendientes de solución, algunos muy complicados y acumulados durante décadas.
"Tenemos concepciones distintas en materia de soberanía nacional, de democracia, derechos humanos, de los modelos políticos, de las relaciones entre los Estados, en particular en el ejercicio del Derecho Internacional, y de la interpretación de la historia de los últimos 50 años", manifestó Rodríguez.
Estamos en disposición, subrayó el canciller cubano, de conversar sobre cualquiera de esos aspectos, aunque en algunos será difícil ponerse de acuerdo, dijo, pero de inmediato aclaró que Cuba se siente orgullosa de su ejecutoria en la garantía del ejercicio pleno de los derechos humanos, económicos, culturales y sociales, en igualdad de condiciones para cada cubano y cubana, y ciudadano de este planeta.
Tras recordar la adhesión de la mayor de las Antillas a convenciones internacionales suscritas por la Organización de Naciones Unidas en materia de derechos humanos, Rodríguez subrayó que la Isla se opone a cualquier tipo de discriminación, y recordó que acá no hay hecho de represión policial ni se torturan a personas.
En Cuba tenemos muchos ejemplos de respeto de los derechos humanos y continuará nuestra cooperación internacional en medio de una economía bloqueada, y la ayuda en el campo de la educación y la salud a otros países.
Informó que una vez más hizo saber a Kerry que el levantamiento del bloqueo es esencial para tener relaciones normales con EE.UU., así como la devolución del territorio que ocupa con la Base Naval de Guantánamo, además de la necesidad de avanzar en las compensaciones al pueblo cubano debido a los daños ocasionados y que se respete la soberanía.
Estoy convencido de que a pesar de las diferencias entre nuestros gobiernos es posible construir relaciones civilizadas, respetuosas y productivas que serán distintas en su naturaleza a toda nuestra historia anterior, manifestó el ministro de Relaciones Exteriores.
Cuba está abierta a los contactos y damos la bienvenida a los ciudadanos norteamericanos deseosos de conocer nuestra realidad, y en tal sentido visitar hoteles como este, disfrutar su bella vista al malecón habanero, el bello paisaje al mar azul, además de que damos la bienvenida a las empresas americanas interesadas en invertir en la Mayor de las Antillas.
Por su parte, Kerry señaló que es un momento histórico lo ocurrido aquí en La Habana luego de 54 años, al recordar que tiene el privilegio de ser el primer secretario de Estado en visitar oficialmente la Isla en siete décadas.
Kerry valoró la reunión con el canciller Rodríguez como constructiva y de cooperación bilateral en lo que constituyen pasos muy importantes en el largo proceso hacia la normalización de las relaciones.
En ese sentido reconoció que el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero de su país contra Cuba es un tema importante en el camino hacia esa relación normal a la que se aspira.
"El presidente Obama y su administración abogan por que el levantamiento del bloqueo", señaló.
En cuanto a la comisión de trabajo bilateral anunciada al principio de la conferencia de prensa por Bruno Rodríguez, Kerry dijo esperar que en los próximos días, se pueda crear una hoja de ruta que permita ir a un nivel superior de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, y lo conversado hoy ayudará, afirmó.
El secretario de Estado fijó para la primera o segunda semana de septiembre el viaje a La Habana de una delegación que permita en el marco de esa comisión de trabajo, evaluar las posibles soluciones para una serie de temas de interés mutuo.
"Estamos determinados en mirar hacia adelante, hacia una nueva era y fijar la mirada en lo que nos llevará a la normalización", afirmó al tanto que reconoció que el camino no será fácil.
"Pero confío en que con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la reapertura de las embajadas, nuestros diplomáticos puedan trabajar para que sea más fácil", enfatizó el diplomático norteamericano.
"El día de hoy es el inicio de una oportunidad para que los diplomáticos en ambas capitales tengan mayores contactos pueblo a pueblo y compartan y escuchen las opiniones del pueblo", enfatizó.
Aclaró que el proceso de normalización de relaciones no es un favor que se hacen entre gobiernos, sino algo que construyen juntos para los pueblos sobre la base de que se pueden beneficiar de la relación.
Kerry reconoció que el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba eliminó una fuente de irritación entre los países y pueblos del hemisferio, y contó cómo durante la VII Cumbre de las Américas en Panamá numerosas delegaciones se le acercaron para felicitarlo por el cambio hacia la Isla.
El secretario de Estado agradeció al canciller Bruno Rodríguez y al pueblo cubano por la cálida bienvenida.
"He visto la belleza de la ciudad y hacerlo de nuevo augura que este será uno de los sitios de mayor turismo en la región; la gente va a querer venir y mientras más pronto, mejor", comentó.
"Me encanta estar aquí en La Habana", confesó Kerry durante la conferencia de prensa.
Ante la interrogante de si este proceso es reversible ante un cambio de partido en el poder en las elecciones del próximo años, dijo que no cree un presidente republicano tire todo lo logrado a la basura y reconozcan, como lo hizo el presidente Obama, la realidad de una política hacia Cuba que no dio resultados durante décadas.
John Kerry aseguró que la política de EE.UU. en cuanto al tema migratorio es apoyar una migración segura, legal y organizada hacia su país, y apoyó la instrumentación de los acuerdos bilaterales en ese sentido.
Dejó claro que su gobierno no tiene plan de alterar las políticas de migración, incluida la Ley de Ajuste Cubano.