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asamblea partido tunas camagueyEl delegado Reinaldo Martínez criticó las insuficiencias y chapucerías que se repiten de año en año en el proceso de contratación de las producciones. Foto: Otilio Rivero Delgado

Perfeccionar los métodos de trabajo en temas relacionados con la recuperación cañera, la producción de alimentos y el seguimiento a las nuevas generaciones, fue la línea que guio el debate de la Asam­blea Provincial del Partido en Las Tunas.

 

La cita, a la cual asistieron 249 de­legados, devino espacio de profundos análisis sobre las problemáticas que limitan el desarrollo de la industria azucarera en la provincia. Aunque el cumplimiento del plan en la pasada contienda se convirtió en una ruptura, respecto a un ciclo de varios años incumpliendo, aún falta mucho por hacer en este territorio en materia de producción.

 

De acuerdo con las opiniones de los presentes, el reto mayor en este aspecto está relacionado con la re­cuperación cañera, para garantizar una molida de 150 días a los colosos tuneros. Todavía existen unidades productoras con solo el 70 % de sus áreas cubiertas. Ello, unido a las dificultades en la siembra y las aten­ciones culturales a la caña, im­piden que la provincia alcance un promedio de 55 toneladas por hectárea.

 

Al ofrecer sus consideraciones so­bre el tema, Omar Ruiz Martín, miembro del Secretariado del Co­mité Central del Partido y jefe del departamento de Industria, ex­pre­só que no es hora de diagnosticar los problemas, porque esa es una ta­rea cumplida, ahora se trata, dijo, de bus­car las soluciones.

 

Las intervenciones que versaron sobre este tema, coincidieron en que las causas pertenecen en gran medida al orden subjetivo. Ese fue el caso de Walter Ávila Rodríguez, de la UBPC La Pedrera, quien insistió en que el trabajo político es un eslabón esencial para avanzar en la recuperación cañera y que formas productivas como la suya, pueden aspirar incluso a las 70 u 80 toneladas por hectárea.

 

Varios compañeros señalaron, ade­más, que el núcleo del Partido debe mantener un seguimiento al trabajo de las juntas directivas y que su papel dentro de las UBPC cañeras debe ser cada vez más enérgico. Se insistió en que la militancia debe li­derar el buen funcionamiento de los centrales, el cumplimiento de la jornada laboral y el aprovechamiento de los recursos puestos a disposición de la zafra.

 

Otro aspecto que ocupó la jornada fue la producción de alimentos. Este renglón vital enfrenta hoy las consecuencias de una contratación deficiente, que no logra equipararse a las potencialidades, los niveles productivos y la de­manda. Aunque la agricultura al­canza re­sultados su­periores, la pro­ducción total de cultivos varios se ve afectada por escollos que van des­de una mala planificación, hasta el funcionamiento inestable de las formas productivas.

asamblea partido tunasHacia la producción de alimentos, la agroindustria azucarera y el trabajo con las nuevas generaciones se enfocaron las opiniones de los delegados tuneros. Foto: Leidys María Labrador Herrera

 

Sobre la base de estas problemáticas, los delegados a la asamblea reconocieron en que es necesario lo­grar un adecuado balance de áreas, con el establecimiento de prioridades para la siembra. Resulta indispensable hacer un uso eficiente de los sistemas de riego, y trabajar en la búsqueda de alternativas para paliar  las variaciones climatológicas. En­tre los objetivos primarios debe estar la modificación progresiva de los precios para hacerlos más accesibles al pueblo.

 

A colación se llevó también el avance del programa ganadero, que tiene entre sus principales deficiencias la falta de alimento animal. Más allá de la dura sequía que golpeó al territorio, tampoco existió una adecuada preparación de tierras para la siembra de pastos y forrajes entre otras causas. No obstante, la provincia marcha hoy al 101 % en relación con la entrega de leche.

 

Omar Pérez López, delegado de la agricultura en la provincia, explicó que se ha potenciado la creación de los llamados puntos fríos y que la existencia de termos constituye una garantía para la calidad de la leche y el control de las producciones en aras de evitar el desvío.

 

Dada su importancia en la continuidad histórica de la Revolución, el seguimiento a las nuevas generaciones y su futuro ingreso al Partido, fue el tercero de los puntos neurálgicos del debate. Preocupa a los militantes experimentados, el hecho de que mu­chos jóvenes con condiciones ex­cep­cionales no se integran a las filas de su organización insigne y otros, ya militantes de la Unión de Jó­venes Comunistas, no aceptan que se les inicie el proceso de crecimiento al Partido.

 

La conclusión esencial al respecto, partió de que el núcleo tiene que perfeccionar sus métodos y estrategias para garantizar el crecimiento. Resulta indispensable escuchar a los jóvenes, darles espacio y orientarlos desde el ejemplo personal. Las palabras de Mario Ávila Valmaseda, se­cretario del núcleo de la unidad me­canizada del central Antonio Gui­te­ras, resumen esta realidad: “la ju­ven­tud solo estará perdida si nosotros la dejamos perder”.

 

Finalmente los delegados a la Asamblea Provincial del Partido en Las Tunas, eligieron con un voto po­sitivo del 98,8 % a los 61 miembros del comité provincial. Estos, a su vez, ratificaron como su primer se­cretario a Ariel Santana San­ties­te­ban, quien reafirmó el compromiso de trabajar con dedicación, constancia y, sobre todo, con un sistema que parta de la estrecha vinculación a la base, para que la provincia continúe avanzando.

 

RESCATAR LA DIGNIDAD GANADERA DE LOS CAMAGÜEYANOS

 

Rescatar la dignidad ganadera y ponerla a la altura de sus tradiciones, resultados históricos y potencialidades, constituyó el principal pro­nunciamiento de los delegados a la Asamblea Provincial del Partido en Camagüey, en consonancia con el peso estratégico del sector para el desarrollo económico local.

 

No estuvo desacertada la decisión colectiva, si se tiene en cuenta que de las llanuras camagüeyanas sale alrededor del 20 % de la leche y la carne vacuna que acopia el país, por lo que de los propios vaqueros agramontinos deben surgir las respuestas para salir del estancamiento productivo de los últimos años.

 

Según el informe presentado, la producción de leche y su venta a la industria decrecen como consecuencia, entre otras causas, del mal ma­nejo del rebaño, la deficiente con­tratación, el desvío del alimento, el incumplimiento de los nacimientos y los efectos de la intensa sequía.

Jorge García, presidente de la CPA Remigio Riverón, de Guái­ma­ro, opinó que para resolver esos y otros muchos problemas presentes hoy en el sector se necesita que cada tenedor de ganado sienta y padezca por sus animales:

“Cuando la junta directiva y el núcleo funcionan, controlan, exigen y mantienen un vínculo estrecho con los productores, y los militantes son ejemplo y gozan de prestigio entre la gente, los resultados no se hacen esperar”, aseguró el también miembro del comité provincial del Partido.

 

Tal criterio fue refrendado por Néstor Vidal, de la CCS José An­tonio Echeverría, quien explicó que, no obstante ser “millonarios” en la producción lechera, existen reservas para mayores aportes, si todos los asociados emplearan la inseminación artificial en la actividad re­pro­ductiva y aplicaran oportunamente el doble ordeño.

 

Especial interés mostraron los de­legados por la experiencia de la UBPC La Unión, considerada la entidad más eficiente del territorio, fruto de un trabajo colectivo donde imperan la motivación, el compromiso, la disciplina laboral y tecnológica, y la exigencia para que las cosas se ha­gan bien sin perder un centavo de más.

 

A modo de ilustración, Elio Pérez Espinosa refirió que allí se paga a los vaqueros según el aporte de litros de leche por hectárea en explotación, un sistema que estimula el acopio del alimento, y desde hace varios años no se roban una res, porque los propios trabajadores asumieron la protección de las vaquerías.

 

Otro, sin embargo, ha sido el pa­norama en la UBPC La Paz pues, al decir de la secretaria del núcleo Mayra Bécquer, la falta de liderazgo e inestabilidad en la dirección trastocaron los resultados habituales de la entidad, al no contar con suficiente alimento para en­frentar el periodo seco, lo que provocó la pérdida de la condición de “millonaria”.

 

En estos momentos está en marcha un programa de recuperación del sector, con el rescate de vaquerías, la instalación de puntos refrigerados de acopio de leche, la reparación de tranques para el abasto de agua y la adquisición de má­qui­nas forrajeras, molinos de viento y sistemas de riego.

 

Sin embargo, coincidieron los de­­legados, de nada valdría tanto es­fuerzo en el orden material, si no va acompañado de un cambio en la ma­nera de actuar que, en lugar de “elevar” los problemas a otras instancias, permita resolverlos en cada finca o cooperativa con una actitud diferente ante el trabajo.

 

En ese sentido, el delegado Rei­naldo Mar­tínez criticó las insuficiencias y chapucerías que se repiten de año en año en el proceso de contratación, porque las cifras de entrega convenidas con bastante frecuencia no se corresponden con las posibilidades reales de los productores se­gún las características de su rebaño.

 

En relación con las muertes de animales, los delegados plantearon la necesidad de ser más rigurosos en las medidas a aplicar, para que se correspondan en magnitud con la gravedad de los hechos, pues hasta ahora son irrisorias las multas que se imponen comparadas con el da­ño que se ocasiona.

 

“Para enfrentar todos esos problemas existe un recurso inagotable: el control y la exigencia”, comentó Omar Ruiz Martín, miembro del Se­cretariado del Comité Central del Par­tido, quien en las conclusiones llamó a incorporar a los métodos de trabajo un estilo cada vez más participativo, despojado de formalismos que nada tienen que ver con la esencia misma del actuar partidista.

 

A tales retos, a partir de una estrecha vinculación con la base y de la respuesta individual de cada militante, deberá enfrentarse en lo adelante el nuevo comité provincial del Partido electo y su buró ejecutivo, al frente del cual fue ratificado como primer secretario el compañero Jor­ge Luis Tapia Fonseca.

 

Fuente: Periódico Granma