En un minucioso recorrido por los hitos de los vínculos entre Costa Rica y Cuba resultó la Conferencia Magistral del Presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, su discurso de aceptación del título de Académico otorgado por la Academia de Historia de nuestro país.
El mandatario dijo sentirse muy honrado e hizo un llamado al uso de la historia para el conocimiento mutuo. Destacó el modo en que ambos pueblos tienen una historia compartida, no solo a partir de las relaciones diplomáticas, sino, sobre todo, de las relaciones humanas.
Personajes cubanos y costarricenses fueron nombrados y sus aportes explicados en cada uno de los contextos del recorrido iniciado en el siglo XIX y concluido en nuestros días. En el Aula Magna del Colegio de San Gerónimo se escucharon los nombres de Martí, Antonio Maceo, Tomás de Acosta —quien nacido en La Habana fuera Gobernador de Costa Rica en el Virreinato—, o Antonio Zambrana y Vázquez, también de origen cubano, reconocido como padre y maestro de la democracia republicana en Costa Rica, por citar ejemplos.
«Albergo la esperanza de que esta sea la puntada final de un proceso que hemos llevado adelante... y el punto de partida para relanzar con más fuerza los vínculos de amistad», expresó Solís en referencia a la última de etapa de las relaciones restablecidas plenamente en 2009, luego de 48 años de ruptura.
Solís agradeció el aporte de Cuba a la formación de médicos y profesores en su país y alentó a continuar los esfuerzos para comprender mejor nuestras respectivas historias patrias.
El Presidente costarricense realiza una visita oficial a la Isla y recibió el título de Académico de manos del Presidente de la Academia de Historia de Cuba, Eduardo Torres Cuevas, quien destacó sus méritos como historiador. El acto solemne para reconocer la obra del relevante profesor universitario, actual dignatario de Costa Rica, estuvo presidido por el miembro del Buró Político Miguel Díaz-Canel, Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros; el rector de la Universidad de La Habana, Gustavo Cobreiro, y el Historiador de la ciudad, Eusebio Leal Spengler.
