Josefina-Vidal

Josefina Vidal, directora de Estados Unidos de la cancillería de Cuba, afirmó este martes que los nexos entre La Habana y Washington deben avanzar en 2016, pese a que es un año de elecciones en ese país.

Sigo trabajando con una alta dosis de impulso y de optimismo, pero comienza a incidir sobre mí cierta cuota de realismo porque viene un proceso electoral; no sabemos qué va a pasar“, indicó Vidal, jefa del equipo negociador cubano.

Vidal añadió que “queda un año para trabajar con esta administración y del lado de Cuba hay voluntad de seguir avanzando y vemos posibilidades de hacerlo, pero es un año que se acorta por la campaña, políticamente hablando llega hasta el verano”.

“Hay variables fuera de nuestro control, pero continuaremos con la convicción de que Cuba y Estados Unidos no tienen otro destino que una convivencia respetuosa, pues, la vida lo ha demostrado, la confrontación no beneficia a nadie”, aseguró.

Sobre la posibilidad de que se revierta todo lo avanzado desde el 17 de diciembre de 2014, cuando los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Estados Unidos, Barack Obama, anunciaron su decisión de iniciar conversaciones para el restablecimiento de relaciones y el proceso de normalización de sus nexos, Vidal respondió cautelosamente.

“He leído con interés a académicos e intelectuales, incluso miembros del Congreso de Estados Unidos, quienes categóricamente afirman que el proceso es irreversible. No sería tan absoluta. Hay aspectos que lo son”, sostuvo.

Aseveró que no imagina a un nuevo presidente, sea quien sea, diciendo que romperá relaciones con Cuba y cierre su embajada.

Sin embargo, apuntó que hay otros temas en los que esos vínculos podrían retroceder, como la cooperación en distintas áreas, derogar algunos de los instrumentos adoptados por decisión ejecutiva o por la vía de la inacción vaciarlos de su propósito.

Por ello, destacó que “en la medida en que Obama de pasos acelerados en el área económico-comercial estará asegurando, si bien no totalmente, la irreversibilidad, porque en ese país los negocios son una de las esencias del funcionamiento del sistema.

Acerca de una convivencia civilizada con Estados Unidos, Vidal respondió “el General de Ejército Raúl Castro acuñó la frase: convivencia civilizada sobre bases de respeto a las diferencias.

Abundó que esa ha sido una tarea pendiente. Cuba nunca ha tenido con Estados Unidos una relación civilizada y como la queremos: respetuosa y de igual a igual.

“Por eso siempre lo digo, estamos construyendo un nuevo tipo de relación, en un camino no recorrido antes, el cual ofrece oportunidades de trabajo conjunto en temas que nos afectan por igual, pero a su vez tiene retos, porque venimos de una etapa de una confrontación realmente muy dura”, subrayó.

No obstante, refirió que dentro de esos nexos conflictuales, ha habido cooperación y ejemplificó con la colaboración bilateral durante el terremoto de Haití en 2010 o la lucha contra el ébola en África occidental en 2014.

Señaló que una vez restablecidas las relaciones diplomáticas (a mediados de 2015) estamos yendo a la concertación de instrumentos para diseñar marcos formales de cooperación.

Al respecto, mencionó que en el área del medio ambiente la Habana y Washington ya adoptaron una declaración conjunta general; ahora hay que irla adecuando. Lo mismo buscan en cuanto a la lucha contra las drogas, pues han intercambiado distintos borradores para llegar a un arreglo.

Adelantó que a principios de este año ambos países pretenden reuniones a un alto nivel entre el Ministerio de Salud Pública de Cuba y el Departamento de Salud y Recursos Humanos de Estados Unidos, para concretar acciones de cooperación sobre la base de los intereses identificados.

Pero, dijo, ello entra en contradicción con el norteamericano Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos, algo que -apuntó- “ellos lo saben. Se lo reiteramos permanentemente. No solo entra en contradicción con ese aspecto específico de cooperación, sino con todo el clima bilateral que supuestamente el gobierno de Estados Unidos está interesado en fomentar con Cuba”.

Ese Programa como la política pies secos-pies mojados podría cambiarlo el presidente Obama, porque no son leyes, afirmó.

Es una política, un programa. Podrían sacar una comunicación diciendo que terminó, puntualizó.

Vidal acotó que en medio del contexto actual no se sostiene el Programa de Parole, como sucede con la política de pies secos-pies mojados, que no solo sigue estimulando la emigración ilegal sino incentivando la emigración irregular, porque la mayoría de las personas que están tratando de llegar a sus fronteras han salido legalmente de la Isla.

Y más allá de la política de pies secos-pies mojados, está la Ley de Ajuste Cubano. Se resolvería un gran problema si se deroga. Homogeneizarían su propia política migratoria, eliminarían un incentivo a la emigración ilegal y asestarían un golpe al tráfico de personas, subrayó.

Interpelada sobre el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba desde hace más de medio siglo, la diplomática cubana aseguró que los pasos dados por Obama desde el 17 de diciembre del 2014 apenas han tenido costo político para él.

Sin embargo, “el presidente (Obama) tiene espacio para maniobrar y le conviene dar otros pasos, porque el alcance de las medidas tomadas hasta ahora es limitado. Son positivas, pero se quedan muy por debajo. Ni siquiera han resuelto obstáculos que allanarían la implementación de las que están en vigor”.

Tras señalar algunos obstáculos que permanecen debido a esa política punitiva de Estados Unidos, Vidal sentenció que “cualquier medida de desmantelamiento del bloqueo va a beneficiarnos, por eso es nuestro caballo de batalla permanente, porque es un obstáculo en todos nuestros planes de desarrollo“.

Acerca de los aspectos en que podrían avanzar los nexos bilaterales este año, Vidal mencionó temas de seguimiento como el acuerdo para los vuelos regulares directos, que se adoptó ad referéndum y ahora hay que cotejar los textos.

También, prosiguió, otro de los resultados va a ser el inicio de los vuelos para la transportación del correo postal, es propósito de Cuba además acordar este año un instrumento para formalizar la cooperación en el enfrentamiento al narcotráfico.

“Continuaremos las conversaciones sobre las compensaciones, un tema complejo que tomará tiempo por todo lo pendiente de resolver, porque no hay una receta. Cuando se miran las experiencias de otros países, se han resuelto de maneras distintas, con las particularidades de cada caso”, concluyó Vidal.

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