icap actoEn el ICAP tuvo lugar una jornada de apoyo a la nación sudamericana. Foto: Juvenal Balán

Cuba reafirmó toda su solidaridad con el pue­blo y los movimientos sociales de Brasil en momentos en que esa nación sudamericana vive una crisis política, la cual pretende desestabilizar el gobierno de la actual presidenta Dilma Rousseff.

 

En el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) se llevó a cabo este jueves una jornada de apoyo a la nación sudamericana. “Este acto nace de la necesidad de expresar nuestro incondicional apoyo al gobierno de Rousseff que enfrenta un proceso de juicio político por parte de la oposición, la oligarquía y los grandes conglomerados mediáticos”, expresó el Héroe de la República de Cuba, Fernando Gon­zález Llort.

 

El también vicepresidente del ICAP agregó desde la sede de ese organismo en La Habana, que la arremetida va también contra el líder histórico del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva, a quien pretenden desa­creditar.

 

A 52 años del golpe de estado que derrocó al entonces presidente João Goulart, está en marcha otro proceso con técnicas nuevas que intenta truncar los avances sociales iniciados durante las administraciones de Lula y Rousseff, añadió González.

 

Al respecto, el secretario ejecutivo de la Or­ganización Continental Latinoamericana y Ca­ribeña de Estudiantes (Oclae) por la Unión Na­cional de Estudiantes de Brasil, Rafael Bogo­ni, dijo que no era la primera vez que la democracia en su país era amenazada.

 

El líder estudiantil hizo referencia a los logros sociales alcanzados en estos últimos años y manifestó su intención de seguir en las calles en demanda del cese de las agresiones.

 

Bogoni agradeció asimismo todas las muestras de solidaridad provenientes desde diversos puntos del mundo.

 

Por su parte, la presidenta del Comité Inter­nacional Paz, Justicia y Dignidad a los pueblos, Graciela Ramírez, dijo que en Brasil se quiere aplicar el mismo guion que se usó en los países del cono sur en los tiempos del Plan Cóndor.

 

El objetivo es restarles legitimidad a nuestros Gobiernos y por ello tenemos que defender con la movilización en las calles cada una de nuestras conquistas, denunció Ramírez.

 

En otro momento indicó que el único “delito” cometido por el expresidente Lula fue sacar a millones de brasileños de la pobreza y ofrecerle dignidad a quienes nunca la tuvieron.

 

Fuente: Periódico Granma

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