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Campesino pobre, nacido en Jibacoa, Reinaldo Mora se integró desde muy temprana edad al Ejército Rebelde en abril de 1957, ganándose poco a poco los mayores méritos hasta alcanzar el grado de Comandante

funeral reinaldo mora Familiares, amigos y compañeros de trabajo y lucha dieron la despedida al Comandante del Ejército Rebelde Reinaldo Mora Pérez. Foto: Juvenal Balán

Añoraba el monte, la campiña cubana, conocía los trillos y el cantar del sinsonte. Una y otra vez, como arriero se forjó en el decursar del tiempo. Ya tenía a cuestas 87 años Reinaldo Mora Pérez y no cejó en el empeño de demostrar sus habilidades con el manejo de las bestias y obtener un premio en el último Festival Internacional de Arrieros, celebrado en Buey Arriba en la provincia de Granma.

Así lo recuerdan sus familiares y compañeros de trinchera. Campesino pobre, nacido en Jibacoa, Manzanillo, se integró desde muy temprana edad al Ejército Rebelde en abril de 1957, en la columna Nro. 1 del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, participando en diferentes combates y a solo casi tres meses de su incorporación es ascendido a capitán. Fue herido de gravedad en el combate de Gaviro a finales del propio año.

funeral reinaldo mora1 Foto: Juvenal Balán

Ya en el año 1958 tras la batalla de Guisa es ascendido a Comandante del Ejército Rebelde y tras haber participado en el combate de Maffo, acompañó al líder de la Revolución en su entrada triunfal a Palma Soriano y Santiago de Cuba, así como en La Habana el 8 de enero de 1959 formando parte de la Caravana de la Victoria.Fundador del Partido Comunista de Cuba, revolucionario de múltiples batallas, el destino lo puso en reposo.

Sus restos convertidos en inmortales cenizas están en la urna abrigados por la bandera del triángulo rojo y la estrella solitaria, escoltada por sendas ofrendas de Fidel y Raúl.

La numerosa familia que dejó, en particular sus hijos y nietos, estuvieron en todo momento acompañados por sus compañeros de lucha y en la voz de Felipe Guerra Matos, quien tuvo a su cargo las palabras de despedida, recordó a Reinaldo cuando en una ocasión expresó: “ … cuando ya la vida me niega cosas que yo quisiera volver hacer, entonces reflexiono y con nostalgia justificada digo de todo corazón: Si me tocara volver a empezar, tres cosas quisiera tener; nacer en Buey Arriba, volver a ser arriero y volver a ser soldado de Fidel”.