Imprimir

consejo iglesias cuba

El Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), institución líder del movimiento ecuménico cristiano en Cuba, integrado por 52 iglesias e instituciones cristianas —protestantes, reformadas, evangélicas, pentecostales, episcopales y ortodoxas—, además de otras instituciones ecuménicas como centros de estudio, de información, de servicio comunitario y seminarios teológicos; así como miembros asociados como la Comunidad Hebrea de Cuba (judíos) y la Asociación de Auto Realización Yoga de Cuba, entre otros; y es participante activo de la Plataforma Interreligiosa de Cuba, que reúne a todas las religiones establecidas en Cuba; desde su fundación ha proclamado la unidad para el servicio a nuestro pueblo y nación, a través de la búsqueda del amor, la justicia y la paz entre pueblos y naciones, que son las señales evangélicas más evidentes del reinado de Dios entre nosotros.

 

Durante los últimos 25 años, con la finalidad de trabajar por la unidad para el servicio a nuestro pueblo y nación, a través de la búsqueda del amor, la justicia y la paz entre pueblos y naciones, hemos desarrollado relaciones fraternales y de trabajo solidario con la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria/Pastores por la Paz (en inglés: Inter-Religious Foundation for Community Organization/Pastor for Peace) (IFCO/Pastors for Peace), especialmente bajo el liderazgo del finado reverendo Lucius Walker.

 

Con preocupación leímos el Comunicado de prensa emitido por IFCO/Pastores por la Paz del martes 23 de agosto del corriente año, donde se expresa que “… IFCO ha sido informada que se revocará su estatus (de organización) ‘libre de impuestos’ por llevar a cabo su trabajo humanitario en Cuba”, lo que el IRS considera —según el Comunicado de IFCO—, una violación de “… la Ley de Comercio con el Enemigo del Departamento del Tesoro”.

 

En nuestra experiencia de trabajo con IFCO/Pastores por la Paz, hemos aprendido que su razón social y objetivos no están dirigidos exclusivamente hacia Cuba, sino también al interior de Estados Unidos, a través de la promoción de causas justas y procesos educativos sobre el complejo industrial, las prisiones, una justa reforma migratoria; así como crear conciencia sobre preocupaciones ambientales y la necesidad de la sostenibilidad alimentaria, entre otros muchos más.

 

En el exterior, especialmente IFCO/­Pas­tores por la Paz se enfoca en regiones como Pa­lestina, América Central y el Caribe —donde se inscribe Cuba—, con la intención de ayudar a destacar el impacto negativo de la política exterior de EE.UU. en países de esas regiones.

 

En el caso cubano, donde EE.UU., por más de 50 años ha desarrollado una política calificada por el propio presidente Barack Obama como una “política fracasada” —fracaso que se repite en estos momentos—, la advertencia del IRS a IFCO/Pastores por la Paz, constituye un nubarrón que se cierne sobre uno de los actores que más ha contribuido a la política del Gobierno estadounidense en la búsqueda de un clima de distensión y entendimiento entre los dos pueblos y gobiernos.

 

Las Caravanas de IFCO/Pastores por la Paz con donaciones desde 1992, han beneficiado en Cuba la salud del pueblo —con medicinas y equipos médicos—; la educación de niños y jóvenes —con material didáctico—; las congregaciones cristianas, sus pastores y sus programas misioneros —con medios de transporte—; para solo señalar las más conocidas.

 

Pero no es IFCO/Pastores por la Paz quien dona; dona el pueblo estadounidense, al que se le han sumado otros pueblos; IFCO/­Pastores por la Paz ha sido la cara visible, el medio de hacer llegar a Cuba la solidaridad y las donaciones.

 

El trabajo de IFCO/Pastores por la Paz en Cuba ha visibilizado ante nuestro pueblo la nobleza, la amistad, el amor, la fraternidad y la solidaridad del pueblo estadounidense; solo una pequeña porción de él mira a Cuba como “el Enemigo”; esa pequeña porción inmovilizadora del futuro y del progreso parece estar concentrada en la secretaría del Tesoro, la OFAC y ahora en el IRS, que continúan aplicando la Ley de Comercio con el Enemigo del departamento del Tesoro, a pesar del llamado del presidente Barack Obama al Congreso a terminar con el bloqueo contra Cuba, y después que el secretario de Estado John Kerry en La Habana, durante la reapertura de la embajada de EE.UU. para el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países, dijo que ya éramos “amigos”, ¿o es que somos amigos-enemigos?

 

Con esta acción de presión sobre IFCO/­Pastores por la Paz, se pretende, intencionadamente, socavar la solidaridad y fraternidad entre nuestros dos pueblos, para que el pueblo estadounidense haga dejación de sus principios de solidaridad con Cuba; y minar la Revolución Cubana para que esta, a su vez, haga dejación también de sus principios revolucionarios; algo que jamás lograrán.

 

Pero, al mismo tiempo, si así fuera, perderían a IFCO/Pastores por la Paz como uno de los más importantes actores de la diplomacia pública estadounidense respecto Cuba.

 

Por lo que, el Consejo de Iglesias de Cuba e IFCO/Pastores por la Paz, hemos sido partes importantes dentro de los diversos actores que hemos contribuido al —y construido el— largo y continuo proceso hacia la normalización de relaciones entre nuestros dos pueblos y gobiernos. No hemos ido a las primeras páginas de la gran prensa para inducir el apoyo a políticas de cambio; hemos sido agentes de cambio, para el mejor entendimiento a nivel de base.

 

En mucho sentido, especialmente en Cu­ba, el pueblo cubano ha apoyado este proceso de restablecimiento de relaciones y hacia la normalización de las mismas, porque con nuestros intercambios y nuestras relaciones pueblo a pueblo, e iglesia a iglesia, y a través de la fraternidad y solidaridad, demostramos que sí es posible una relación normal, que es la que buscamos; y que el propio gobierno estadounidense debe reconocer como una contribución genuina y única; porque la fraternidad y la solidaridad se edifican a través del reconocimiento persona a persona, la honestidad y el respeto mutuos; no se venden ni se pueden comprar, porque tienen un valor tan alto que no se puede calcular su precio.

 

Es hora de reparar injusticias y, sobre todo, de no cometer nuevas injusticias. La acción del IRS, si llegara a consumarse, sería un ataque a la solidaridad interna en EE.UU., no solo a IFCO/­Pas­tores por la Paz; y su vicio será la intención política, la que se trata de encubrir detrás de la aplicación de medidas administrativa.

 

¡Las iglesias cubanas, el movimiento ecuménico cristiano cubano y Cuba necesitamos a IFCO/Pastores por la Paz; y Estados Unidos ne­cesita a IFCO/Pastores por la Paz!

¡Viva la fe, la Paz, la Esperanza y la Unidad entre pueblos y naciones!

Fraternalmente,


Consejo de Iglesias de Cuba
Rev. Joel Ortega Dopico, presidente
La Habana, 28 de agosto de 2016

 

Fuente: Periódico Granma