Imprimir

comercio feria internacional habana La Feria Internacional de La Habana se ha consolidado como un espacio relevante para el establecimiento de negocios e inversiones. Foto: Jose M. Correa

Consciente del papel trascendental que tiene la actualización del modelo antillano en pos de un desarrollo sostenible, la Cámara de Comercio de la República de Cuba (CCRC) revisó este jueves el saldo que dejó el 2016 para la entidad que es, podríamos decir, la punta de lanza del empresariado nacional en materia de relaciones económicas internacionales.

El hilo conductor de la Asamblea General de Asociados de la CCRC estuvo en la necesidad de hacer que el 2017 potencie grandemente las actividades comerciales con el exterior y le imprima dinamismo a una inversión extranjera que aún no satisface cuanto requiere el país.

Desde esa óptica, el encuentro llamó a interiorizar las palabras del General de Ejército Raúl Castro Ruz, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, que al concluir el octavo periodo ordinario de sesiones de la octava legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular convocaba a despojarse de «los falsos temores hacia el capital externo; no vamos ni iremos al capitalismo, eso está totalmente descartado, así lo recoge nuestra Constitución y lo mantendrá, pero no debemos cogerle miedo y ponerle trabas a lo que podemos hacer en el marco de las leyes vigentes».

Ante una representación de entidades de todos los sectores económicos del país, Rodrigo Malmierca Díaz, ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, se refirió al momento complejo que enfrenta la economía cubana y recordó que la caída del producto interno bruto en el 2016 fue resultado de factores externos e internos, que hoy aparecen agudizados por los problemas coyunturales que existen en la Isla con la liquidez en divisas.

Del mismo modo, mencionó «el esfuerzo considerable que realiza el país para evitar que los atrasos en el cumplimiento de las obligaciones financieras asociadas a las relaciones comerciales tengan repercusión en la paulatina recuperación de la credibilidad externa».

No sin antes subrayar lo imprescindible que es para la Mayor de Las Antillas el diversificar las relaciones económicas y comerciales para variar sus fuentes de ingresos y no volver a depender de un solo producto o mercado, Malmierca Díaz reafirmó que las empresas exportadoras de bienes y servicios tienen un alto peso en eso.

Por otro lado, el presidente de la CCRC, Orlando Hernández Guillén, expresó que los planes más inmediatos de la entidad, a la que pertenecen 709 empresas cubanas (seis más que en el 2016), buscan cambiar la mentalidad obsoleta en torno a la inversión foránea y apoyar la internacionalización de las compañías nacionales.

Al respecto, Malmierca Díaz dijo que urge optimizar los recursos disponibles y estudiar cada oportunidad de negocios que se presente. Además, afirmó que no es posible explicar una deficiente capacitación, demora, negligencia o pasividad de los procesos negociadores, cuando existe una Cartera de Oportunidades con 399 proyectos, valorados por un total de más de nueve mil millones de dólares.

De acuerdo con el ministro, es imprescindible elevar la preparación del capital humano y tener una posición más activa en la búsqueda de nuevos inversores, proveedores y destinos de exportación.

En el contexto del restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, que reconoce los perjuicios de un criminal bloqueo económico, comercial y financiero y el carácter limitado de las medidas aprobadas por la administración de Barack Obama, Malmierca Díaz dejó claro que Cuba no discrimina a las empresas norteamericanas por su origen, sino que defiende la existencia de negocios mutuamente ventajosos.

Fuente.: Periódico Granma