Al desnudo, combinando formas geométricas, colores, el artista se adueña del salón expositivo del Pabellón Guantánamo en la ciudad que lo vio nacer.
Osado siempre, George Pérez abrió la 40 Edición del Salón de Artes Plásticas Regino Eladio Boti, con una muestra dotada de esa visualidad particular que lo distingue. Retablo de Placeres, es el nombre de la colección que navega a través de unas 40 pinturas los mares del erotismo, la subliminalidad, la anatomía humana y sus curvas.
Al desnudo, combinando formas geométricas y colores, el artista se adueña del salón expositivo del Pabellón Guantánamo en la ciudad que lo vio nacer y crecer, para llegar al público con obras singulares, diferentes en su significado y valor, que cual rompecabezas obligan a los asistentes a observar con total atención el patrimonio testimonial iconográfico que nos regala ese grande de las plásticas guantanameras.
Son piezas de mediano formato trabajadas en la técnica de tinta y aguada sobre cartulina, puede que con café incluso, para marcar una estética propia.
Manchas de tintas negras, rojas, naranjas, sepias y de café, se unen, curvan, y entrelazan magistralmente mediante el dibujo refinado, la provocación creativa, agitadora, polisémica, que va guiando al ojo hacia la construcción de uno o más mensajes, ideas, cosas, depende de la capacidad interpretativa de quien lo observe.
Nuevamente cautivador, seductor, George Pérez González se nos presenta como el pintor, dibujante y diseñador magnífico que es, con una técnica rigurosa, donde nada está puesto al azar, ni siquiera los espacios en blanco, que no es vacío sino que concentra todas esas emociones que motivan al autor a crear.
Estas piezas suman otro éxito más a su carrera, ya de por si grande, con los merecidos y numerosos reconocimientos agenciados en los más de 30 años de faena artística y como fundador de la televisión en Guantánamo, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en la provincia y las más de 35 exposiciones personales y colectivas que ha realizado en Cuba y el Mundo.
