La rumba resonó al ritmo de los tambores del grupo cubano Los Papines, que en la noche de ayer deleitaron a públicos de todas las edades en la Casa del Changüí de Guantánamo, durante el primer concierto de su gira nacional que una vez más comienza por la más oriental de las provincias cubanas.
En intercambio con la prensa Jesús Abreu, del linaje fundacional de los Papines, recordó la calurosa acogida en las tres anteriores visitas a la provincia, tierra de significativa impronta en la historia de la rumba.
Añadió que dicha gira está dedicada a los 55 años de surgida esta agrupación, una de las de mayor repercusión popular en la nación y el mundo, y también a los 85 años de Ricardo Abreu (Papín), fundador del conjunto.
Abreu explicó que en el actual periplo se extenderá a escenarios de varias ciudades como Santiago de Cuba, Granma, Ciego de Ávila (Teatro Principal), Camagüey, Cienfuegos, Matanzas y en la Sitiera (Pinar del Río).
La noche resultó todo un espectáculo, de irrepetible tambor, canto y baile, que puso gozar a los asistentes, en su mayoría de la Loma del Chivo, barriada de marcado carácter folclórico y cuna de excelentes músicos, donde es cotidiano ver a la Tumba Francesa y además escuchar el changüí, el bembé y la rumba de cajón.
Los Papines comenzaron su actividad profesional a principios de la década del 60 del pasado siglo, en centros nocturnos de la capital cubana, entre ellos el Cabaret Tropicana, hasta llegar a los más exigentes escenarios de Cuba y del mundo.
Originalmente la agrupación la integraron los hermanos Ricardo (Papín), Alfredo, Luis y Jesús Abreu -oriundos de Marianao, el oeste habanero- y tras la muerte de los tres primeros se sumaron, para mantener el legado musical, Yuliet, Luisito, Alexander, Alfredito, Lázaro y Ángel, de la actual generación.
