amaury perez bel canto 3 768x508Sé poco de música y nada de Bel Canto, pero conozco y gozo con fruición de apasionada casi toda la obra de Amaury Pérez, cuyos discos en solitario o en compañía, me resultan cercanos y entrañables desde mucho antes de ser su amiga.

Sé que la ductilidad es una de las cualidades de su gran talento de artista y que disfruta saltarse todas las rigideces, las fronteras, los límites. Pero hasta la tarde noche del jueves 21 de febrero no incluía en esos saltos, la posibilidad de escuchar algunas de sus canciones emblemáticas a la siempre emocionante altura del Bel Canto. Y menos aún en voces de barítonos, sopranos, mezzosopranos y tenores tan jóvenes.

Todo ocurrió en el ambiente mágico de la Basílica de San Francisco, con su acústica y su público únicos, por idea y gestión de Helson Hernández, joven y entusiasta director artístico del Teatro Lírico Nacional, empeñado en rendir tributo a los 65 años del cantautor de un modo diferente. Y vaya si lo logró.

Nervioso y emocionado como un adolescente, Amaury asistió al concierto en su homenaje como quien no puede creérselo. “Hace 50 años, con 15, compuse mi primera canción, Guitarra, que cantaron Sara González y Elena Burke. Pero todavía me asusta. No estoy habituado a los homenajes. De hecho, este es el primero que recibo en 50 años de vida artística.”

No fue la primera ni será la última vez que lo vea llorar por la música. Sí es, definitivamente, la única en que le vi lágrimas mientras escuchaba sus propias canciones.

Aunque sé poco de música y nada de Bel Canto, yo también me conmoví hasta las lágrimas. Debe ser por esos misterios de la creación y por la maravilla de asistir a un acto en el que se honra a un artista con arte.

Y, ¿por qué no? Por el deslumbrante reconocimiento de algo que no había siquiera imaginado: que las canciones de Amaury parecen haber sido hechas también para el Bel Canto. Qué buena idea juntarlos.

Amaury Pérez: “Me siento muy feliz por estas voces tan maravillosas”

Amaury asistió al concierto en su homenaje como quien no puede creérselo. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Tengo 65 años, los cumplí hace dos meses. Cuando tenía 15 años escribí mi primera canción, un tema que después Sara González grabó, y Elena Burke… Han pasado 50 años, cincuenta años sin homenajes, es decir, no tenía ningún entrenamiento para esto. Uno a veces se acostumbra a defenderse y no agradecer suficientemente las cosas bonitas que le pasan.

Este concierto de hoy es profundamente conmovedor, sobre todo, porque Helson (Hernández) —director artístico— y todas las muchachas y muchachos que han tocado, que han cantado, organizaron este concierto prácticamente sin apoyo, a contrapelo. Es un acto de amor verdadero. A veces, los amores también pueden ser muy difíciles.

Estoy muy conmovido y agradecido, de la música cubana, de la lírica cubana, de la juventud. Aunque ya partieron los grandes cantantes de ópera que yo disfrutaba y admiraba cuando era muchacho, pude apreciar que todos ellos tienen una cantera aquí extraordinaria, gracias a nuestra enseñanza artística y a nuestras escuelas de arte. Muchas gracias, porque yo que me esfuerzo por escribir canciones tan raras, no me explico cómo es que las cantaron sin fallar una vez. Yo no puedo cantar ninguna sin equivocarme.

Les agradezco muchísimo a los que vinieron y a los que tuvieron la intención de venir pero no pudieron. ¡Gracias! Me siento muy feliz por mi país, por mi cultura y por estas voces tan maravillosas.

El barítono Reinaldo Cobas interpretó “Vuela pena”, al piano la maestra Rosa García Oropesa. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

“Quédate este bolero” fue la sugerente propuesta de la mezzosoprano Giselle Polanco. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Amaury Pérez junto a su esposa María Teresa González (Petí). Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Erick Durán acompañado por el quinteto de vientos en la Basílica. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

El joven tenor Jorge F. Leyva interpretó “Él vino triste”. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Las canciones de Amaury parecen haber sido hechas también para el Bel Canto. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Amaury Pérez junto a Johana Simón, la soprano interpretó magistralmente “Quisiera ser el viento”. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

El coro femenino “Vocal Luna” le regaló al trovador “El amor indeciso” . Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

(Tomado de Cubadebate)

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

feed-image RSS