Miguel AlejandroPara Miguel Alejandro Atencio Iznaga, saberse natural de Guantánamo, (Los Maceo y 4 Norte), es un gran orgullo, porque en esta tierra de sol intenso, cándida gente y tambor, se encuentran sus raíces, esas que lo llevaron a amar la música y consagrarse a ella.

“Aunque he triunfado en el exterior y se reconoce la calidad de lo que hago en buena parte de Cuba, tengo la insatisfacción de que nunca me he presentado en mi provincia natal y quisiera hacerlo, para mostrarle a la familia, los amigos, y vecinos cuanto he crecido desde que salí de este terruño”.

Autodidacta y emprendedor

Cuando converso con Miguel, me aclara que no es graduado de la enseñanza artística, pero como la mayoría de los guantanameros, siempre disfrutó del baile y la música, sobre todo el soul, pues creció entre los miembros del club Marvin Gaye, único de su tipo en Cuba y creado en Guantánamo bajo la influencia del ritmo que se escuchaba a través de la emisora de la cercana base naval yanqui.

“En el Guaso hice la primaria, la secundaria y parte del preuniversitario, hasta comenzar a estudiar Ingeniería Mecánica en el Centro Universitario José Antonio Echeverría (CUJAE) –hoy Universidad Tecnológica de La Habana-. Allí un amigo guantanamero, Jesús Catalá, que había visto mi desempeño en eventos, se brindó a enseñarme percusión y claro que acepté.

“Al principio tocaba solo por entretenimiento, pero se volvió algo más serio cuando decidí iniciar en la Escuela de Superación Musical de La Habana. Con el tiempo formé parte del Grupo Habana, que luego se convirtió en compañía músico-danzaria y embajador de la CUJAE fuera del país.

“Estar en el grupo me despertó el interés investigativo y me llevó a conocer los ritmos autóctonos cubanos, la influencia africana en la cultura, las tradiciones campesinas… para mezclar sonoridades y hacer arte con identidad propia.

“Me gradué del nivel medio en música y anduve en busca de oportunidades como artista; fue entonces que conocí al representante de Moneda Dura, quien me dio trabajo como percusionista. Por pura curiosidad dije que sí, pero cuando los vi tocar, quedé prendado de la buena energía que tenían.

“Se puede decir que fui fundador de aquel conjunto, ese que representó y movilizó a varias generaciones de cubanos y con el que participamos en Festivales de México, España y otras partes del mundo.

“Después estuve en proyectos como WENA ONDA, asociado con la compañía Latin Soul (2004) y con la que realizamos importantes presentaciones en España, en ciudades como Madrid, Barcelona, Santiago de Compostela, Tenerife y Sevilla. Participé, además, como compositor e intérprete de varios temas incluidos en la banda sonora de la película Habana Blues.

“Juntos fuimos a España, y allí me propusieron contrato musical para girar por Europa, como parte de un cuarteto… Me gustó el enfoque y partí desde Grecia”.

Guantánamo Free

Guantánamo Free

En la nación griega emprendió otra etapa como profesional, según Miguel Alejandro, pues soñaba con la idea de tener algo propio ¿Un grupo por qué no?

“Guantánamo Free, así lo llamé, porque siempre que mencionaba de donde venía, los europeos me preguntaban que si vivía en la Base Naval norteamericana o cerca de ella. Era el año 2005 y mediáticamente por la cuestión de los prisioneros de guerra que allí se torturaban y por las fotos que se habían filtrado al respecto, se conocía mucho del enclave impuesto en Cuba.

“Siempre aclaré que yo provenía de un pueblo libre, que los guantanameros no estábamos encerrados ni nada. Entonces se me ocurrió el término, para decirle al mundo que este territorio oriental es más que la Base Naval.

“En 2006 ya había armado el grupo y dimos el primer concierto en Barcelona. Éramos siete, pero como quería hacer música afro, sobre todo, pedí a viejos amigos que se me unieran como coristas y llegamos a ser nueve. Ahí comenzamos a crear música pop rock fusión que mezclaba lo latino y afro caribeño con el rock anglosajón.

“Grabamos el primer disco independiente con Jordi Cristau, como productor quien ya había trabajado con los artistas Manuel Carrasco, la Rosa de España. Nos apoyamos en la disquera catalana Criss Music. Con el álbum Guantánamo Free, el Ministerio de Cultura y Deporte de España nos seleccionó entre 60 discos para realizar giras por el país ibérico en el Festival Girando por Salas y tuvimos buena acogida y aceptación por la crítica.

“Paramos la producción musical por unos años, y luego montamos el fonograma Como el Elefante, que me sirvió de carta de presentación ante el Instituto Cubano de la Música, desde el cual me sugirieron exhibirlo en el Cubadisco 2015 y resultó que fuimos nominados en la categoría fusión.

“En 2016 supe que era hora de legitimar el proyecto en Cuba, y comencé el proceso de evaluación artística y técnica, muy necesario para ser aprobado como parte del catálogo nacional y en 2018 se aprobó la iniciativa. Entonces hubo que comenzar casi de cero, con músicos cubanos graduados de academia, menos mal que tenía a Francisco Romero, compañero y amigo del pasado.

“Ahora nuestra mayor aspiración es llevar propuestas frescas al público, sin caer en la banalidad. Montamos un pilón, en homenaje a Enrique Bonne, que se llama Caliente y esperamos se cuele en las listas del verano; también tenemos los temas Has engordado, Sabrosura mía, y el más reciente El despertar, que tiene de Timba y rock. Son canciones muy pegajosas, que ojalá gusten a todos.

“Claro que a los miembros de Guantánamo Free, nos queda aún la deuda de tocar en el sitio que da nombre al grupo. Añoramos que llegue el día en que pueda cantarle a mi pueblo, sencillo y rítmico, ese que me inspiró a ser quien soy”.

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