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guantanamo-tumba-francesa-pompadour-02Emblemáticas construcciones y centenarias expresiones músico danzarias caracterizan el patrimonio cultural en Guantánamo.

Declarada en 2003 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Organización de la Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (Unesco), la Sociedad de Tumba Francesa Pompadour Santa Catalina de Ricci se impone como el mayor exponente de patrimonio inmaterial en el catálogo de maravillas culturales guantanameras.

De las doce sociedades, creadas en Guantánamo y traídas a Cuba por migrantes francohaitianos a finales del siglo XVIII e inicios del XIX, la Pompadour es la única que perduró hasta nuestros días y en su estructura mantiene un presidente de sociedad, una reina, mayor de plaza, composé, músicos, coro y bailarines.

Cantos en creol realizados por el composé marcan el inicio del baile de parejas en el salón que imita y satiriza las danzas realizadas en la corte francesa de la época, divididos en tres etapas se inicia con el masón que marca el inicio de la fiesta en el salón, luego el yubá de origen africano satiriza a las damas de la corte y por último el frenté, bailando enérgicamente frente a los tambores.

La popularidad de la Tumba Francesa alcanzó su apogeo al final del siglo XIX, por el sonido de instrumentos como la tamborina de origen europeo, el catá, bulá, los sonajeros metálicos o chachás, los que marcan un frenético y pegajoso ritmo que atrae a todo el que lo escuche.

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La Sociedad de Tumba Francesa Pompadour genera proyectos comunitarios, trabaja además con niños, impartiendo talleres de corte histórico y enseñando bailes y toques propios de la tumba a fin de hacer perdurable esta tradición que representa lo primero de la música y la danza en Cuba.

La más famosa cortesana francesa, Madame Pompadour, amante más célebre del rey Luis XV y principal promotora de la cultura en este período, y Santa Catalina de Ricci, patrona de los guantanameros y mística monja católica de descendencia italiana y representante a ultranza del amor por Dios, emparentadas solo por su amor y defensa a lo que representan, se unen para dar nombre a la Tumba Francesa Pompadour Santa Catalina de Ricci.

Con diversos lauros como el premio Memoria Viva, Premio Nacional de Cultura Comunitaria, además de ostentar la condición de Patrimonio Cultural de la provincia, la mezcla de continentes materializada en esta sociedad permiten la preservación de los valores culturales intangibles, que forman parte de las identidades de los pueblos y representan la diversidad cultural en Guantánamo.

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