La poeta dominicana Luisa Angélica Sherezada (Chiqui)Vicioso dice haber descubierto, entre otras sorpresas, al lírico Regino E. Boti en Guantánamo, al asistir a un coloquio que trató también sobre la obra de Nicolás Guillén.

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Sherezada/ sobrevivo las mil y una noches/ del insomnio/ Oyá del ulular del viento/ de Ochún/ Yemayá/ hija y ahijada/ en la ruta de las esclavas/ reencontré a mis madres/ tengo de ellas la rebeldía del pelo y el difuso color / de las arenas sin playas.

Así canta Luisa Angélica Sherezada Vicioso (Chiqui), en el poema XXVII de Eva / Sión / Es, el libro trilingüe (español-inglés-francés), su “última creación”, que da, “a modo de presentación”, al periodista, tras dignificar el célebre dato poético de su nombre en el diálogo entablado durante un desayuno, en su primera visita a Guantánamo.

A esta precoz hora aún esta alta mujer que ha escrito casi una veintena de libros, entre ellos cinco poemarios, no ha dictado su conferencia Pedro Henríquez Ureña, ¿entre primicias y olvidos?, en la octava edición del coloquio Boti-Guillén, convocada por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en la provincia cubana más oriental, del 21 al 24 de octubre del corriente.

Sin embargo, más la seduce la promesa inmediata de “visitar la Playita de Cajobabo, el sueño de todo dominicano”, para conocer el lugar de desembarco para la independencia cubana del preclaro José Martí y el compatriota Máximo Gómez.

Mientras reconoce a Guantánamo como “un encanto que imaginaba”, y compara a la ciudad, su pureza, su gente y su provincialidad, “con una bella y amable mujer que ha sido robada sistemáticamente por la vulgaridad del poder”, recordando el horror y la afrenta de la cárcel en el territorio ilegalmente ocupado por el gobierno de los Estados Unidos. Asistió atenta a las sesiones del coloquio y se interesó por el epistolario de Regino E. Boti con intelectuales dominicanos.

“Acabo de descubrir a Boti en Guantánamo, gracias a las escritoras Ana Luz García Calzada, que me invita, y a Nancy Morejón, albacea de Guillén; yo desconocía, porque él tuvo el estigma de la provincia, su rol en el revelación de Guillén y el lanzamiento de Marinello, su vínculo con los Henríquez Ureña: es un hombre insólito, un renacentista, por tantos ámbitos como abarcó, y a quien leeré con sumo cuidado”.

El Poeta Nacional de Cuba, el mayor intelectual en la historia guantanamera, José Martí, los vínculos históricos y culturales dominicano-cubanos… son temas que menudean la conversación de Chiqui, cuya relación con ellos es de “larga data”, aún antes de visitar a Cuba por primera vez en 1977, o ser en 1992 jurado del Premio Casa de las Américas en Literatura Infantil y Juvenil.  

“Mi relación con los intelectuales cubanos empieza con amigos de Cuba y otros norteamericanos y latinoamericanos progresistas, desde que viví en Nueva York 16 años, y continúa hasta el presente, tras mi regreso a Dominicana en 1980. Recuerdo aquellos primeros años como los mejores que he vivido. Por ejemplo, a la luchadora social Angela Davis, gran inspiradora, le debo el pelo como lo tengo ahora”.

Asegura que alguna vez decidió no escribir poesía, pues le parecía una ocupación pequeñoburguesa, hasta que comprendió que ser poeta era esencial para ella. “Su feminidad y sobrevivencia depende de su capacidad de contar cuentos, de contar historias que sinteticen y provoquen nuevas preguntas… vivir otro día y otra noche y continuar contando”, dice de Sherezada, Daisy Cocco de Filippis, en la presentación de su último poemario.

“Por eso me propongo un libro próximo de narrativa, que nunca he hecho, pues me he expresado en ensayo, crítica, poesía y teatro… Pero no puedo contar la historia de relaciones en aquellos años que he dicho sin contar lo que pasaba, y por eso se ha complicado”.

Un extraño ulular traía el viento (1985), su segundo poemario, es “el que más me gusta, porque celebra los olores, los colores, las sensaciones de mi reintegración a las islas”, mientras que InternAmiento (1991) asume “el romance y la triste muerte de mi compañero a los 39 años de un cáncer cerebral”, describe.

Tras un café, Chiqui deja en manos del redactor reportero este texto, que confiesa feminista, con “búsquedas de Eva, a través de todas las mitologías y religiones, que me llevó 12 años de complicado trabajo”. Reflexiona largamente acerca de las diferencias entre las personas que el poder ha establecido en la historia de la humanidad, a partir del sexo, el color y las clases sociales. “Por eso, presto atención a cómo se refleja esto en el lenguaje, trato de escuchar como si lo estuviera haciendo por primera vez.”

Tengo el útero por frontera/ del África/ Asia / Europa/ el ritmo interno de gaitas/ cítaras/ tambores/ de lo que he sido/ y renacido/ resonancias.

Chiqui Vicioso

Reconocida Poeta, Ensayista y Dramaturga. Embajadora encargada de la Sección de Mujer, Niño, Niña, Adolescentes, Envejecientes y Discapacitados del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Dominicana. Especialista en Diseño curricular y Metodología Educativa, y en Género. Ha trabajado en el Centro de Iglesias de la ONU, en la UNICEF, como Oficial Nacional de los Programas de Mujer y Educación. Consultora regional de la UNESCO, el Fondo de Población, UNIFEM y otros organismos, en el Caribe, Centroamérica, Latinoamérica y en África.

Licenciada en Sociología e Historia de América Latina de la Universidad Brooklyn College de Nueva York, con una Maestría en Educación de la Universidad de Columbia y estudios de postgrado en Administración Cultural de la Fundación Getulio Vargas, de Río de Janeiro, Brasil.

Además de cinco poemarios: Viaje desde el agua; Un extraño ulular traía el viento (con la colaboración gráfica de Tony Capellán); Intern-A-miento (con la colaboración gráfica de Jorge Pineda), Wish-ky Sour y Eva/Sion/Es, ha escrito y publicado una biografía poética: Julia de Burgos, la nuestra, con grabados de Belkys Ramírez, el primer texto de crítica literaria feminista escrito en su país: Algo que decir, ensayos sobre literatura femenina; y Bolber a Vivir: imágenes de Nicaragua, con prólogo de Juan Bosch; Salomé Ureña: a cien años de un magisterior, y Eugenio Maria de Hostos y su Concepción sobre la Mujer, así como obras de teatro y columnas periodísticas, al igual que ha creado y dirigido publicaciones.

En la EICTV, de San Antonio de los Baños, desde el año 2010, es la profesora del Módulo “Curso de Género”, de los Talleres de Capacitación Audiovisual desde la Perspectiva de Género, que se imparten una vez al año en la Cátedra de Altos Estudios, dedicados solamente a líderes indígenas y campesinas.

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