beisbol semifinales veracruz Yulieski remolcó cinco carreras con sus tres indiscutibles. Foto: Ricardo López Hevia

Antes de comenzar el choque entre Cuba y México era mucha la expectación en el abarrotado estadio Beto Ávila. Pero transcurrido el primer tercio esta se desvaneció después de ver a la escuadra criolla desatar una ofensiva incontenible para respaldar un pitcheo que no permitió muchas libertades.

Dio la impresión de que el equipo mexicano salió al terreno muy presionado por las expectativas lanzadas al vuelo desde mucho antes de comenzar las hostilidades beisboleras de estos XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe. Todo lo contrario del equipo cubano, que atacó desde la misma primera entrada y marcó dos carreras, en buena medida por las imprecisiones de la defensa rival ante un lanzador con oficio, Jesús Aurelio Rodríguez, con experiencia en las ligas menores estadounidenses.

Como todo mentor, Víctor Mesa mantuvo la alineación del partido inaugural ante Puerto Rico. Y esta le respondió, en particular dos hombres: el torpedero Dainier Moreira convertido en el “hombre jit” al disparar cuatro imparables en igual cantidad de turnos. Y el camarero Yulieski Gourriel, autor de tres sencillos y cinco carreras remolcadas, como para demostrar que a pesar de jugar en Japón durante casi cuatro meses está en una forma envidiable.

No podía faltar un batazo grande, y esa tarea le correspondió al jardinero Alfredo Despaigne, cuyo enorme jonrón por el jardín central con Yulieski en circulación selló un racimo de cuatro carreras que sacaba del juego a sus rivales.

Lo mejor de México fue el excelente engarce del jardinero central José Augusto Figueroa sobre una conexión de Alexei Bel, con los ángulos congestionados que, de picar, hubiera abierto el choque mucho antes.

Para Freddy Asiel no resultó una tarea ardua el dominar a sus adversarios durante cinco entradas, apelando a su recta siempre tirada a la esquina interior del plato y con mucho control, sin regalar boletos, con una solitaria anotación permitida, tres jits y un par de ponches. Para relevar entró el también derecho Vladimir Gutiérrez, con dos ceros colgados y tres ponches propinados, y para cerrar llegaron al box del Beto Ávila el veloz Yaisel Sierra, con rectas de hasta 96 millas y el también ultrarrápido Héctor Mendoza, ambos imbateables para la selección rival.

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