antonio becali garrido Foto: Ricardo López Hevia

En solo 48 horas, entre viernes y sábado pasados, se dilucidó la porfía que animó los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrados en cinco ciudades de este Estado mexicano durante 16 jornadas competitivas.Treinta y dos preseas doradas de la delegación cubana en ese corto periodo de tiempo acabaron por apagar la aspiración de la nación anfitriona de quebrar la historia del la Mayor de las Antillas como reina de la cita multideportiva de la región, que data de 44 años, desde la edición de Panamá-1970.

“Salimos de La Habana con un compromiso con la Patria, con el pueblo, de regresar como la delegación líder de los Juegos y cuando se fija una responsabilidad como esa se adquiere un encargo sagrado. Así lo asumieron los deportistas, que son los verdaderos héroes de esta hazaña”, expresó Antonio Becali Garrido, presidente del INDER y jefe de la misión cubana aquí, justamente en la noche del sábado, cuando ya la comitiva era inalcanzable en la cima del medallero.

―Ha calificado de hazaña lo alcanzado aquí…

—Sí, porque fue verdaderamente una proeza. Llegamos con plena conciencia de que no estaríamos en 105 pruebas, es decir, en esa cantidad no optábamos por títulos y terminar de líderes del medallero es una obra gigantesca, fruto del ascenso de la nueva generación del movimiento deportivo cubano. Fue la juventud la que hizo suyo ese compromiso, lo cual habla de sus valores y de su entrega por un deporte limpio y por lo que representa. Hay que recordar que más del 85 % participaba en sus primeros Juegos.

―¿Cuál a su juicio fue la clave de este nuevo triunfo?

—La unidad, cohesión, solidaridad entre todos los integrantes de esta embajada deportiva. Llegué muchas veces a felicitar a un atleta por su actuación y no me daba las gracias, sino que nos preguntaba cómo marchaba la delegación, cuáles eran las perspectivas. Es decir, todos asumieron la responsabilidad colectiva como un compromiso personal.

―Algunos federativos o deportistas de otras naciones, incluso hasta la afición, al mismo tiempo que admiraban a los participantes cubanos se preguntaban cómo era posible tanto nivel.

—Lo logrado aquí es la expresión de lo mucho que nuestra Revolución ha hecho por el deporte. Es un reflejo de la formación del recurso humano para esta actividad y de la aplicación de la ciencia y la técnica, una de cuyas manifestaciones son los entrenadores. Pudieron ver cómo se vencieron a rivales que poseían el implemento de alta tecnología, entiéndase bicicletas, botes de remo y otros, lo que responde a una correcta adecuación de la preparación, planificación de la forma deportiva y la certera concepción de una estrategia por parte de los preparadores.

―Ha acentuado dos términos, formación del recurso humano y ciencia y técnica aplicada ¿Son líneas priorizadas por el movimiento deportivo cubano?

—No solo continuaremos priorizándolas, sino que debemos potenciarla a un nivel que nos permita seguir desarrollándonos. Hoy no se concibe nuestra actividad, ni ninguna otra, sin una concepción científica de los objetivos a conseguir.

― De regreso a los Juegos. ¿Cómo se vislumbran los Panamericanos de Toronto en 2015 después de Veracruz?

—Hay que precisar que los Panamericanos no se parecen en nada a estos Juegos que acabamos de concluir. Los programas de competencias son distintos. Si sacamos aquí la cuenta de la actuación en los deportes del calendario de pruebas continental, la diferencia entre el primero y el segundo lugar sería mayor. En lo que sí tienen similitud es que vamos con el mismo objetivo conseguido desde 1971, no bajar del segundo puesto. Y desde ya nos estamos preparando.

― En Veracruz vivimos grandes emociones y sería difícil calificar a unas por encima de otras. ¿Considera que hubo algunas especiales?

—Hasta el que no llegó al podio fue especial, porque se trabajó la competencia como mismo la habíamos modelado antes de salir hacia acá. Estos fueron unos Juegos diferentes y requerían de medidas diferentes. No tener una Villa complicó el resultado deportivo porque, además de lo que significa en optimización de la logística, creaba dispersión en la labor de la delegación, incluso, en el aseguramiento al resultado deportivo. Por eso es que digo que todos fueron especiales y vivieron las emociones del mismo modo que el campeón. Psicológicamente éramos invencibles, el programa estaba hecho para que los anfitriones marcharan delante creando un ambiente muy favorable a ellos, sin embargo, nos encaramamos el día 25 en la cumbre y el 28 y 29, rematamos con esas 32 definitorias.

Por supuesto que en una lid de este tipo siempre hay desempeños muy destacados. Comenzaría por lo que nos hizo sentir el fútbol, que no es más que el inicio de una etapa de más conquistas; el atletismo y sus 22 de oro; el remo que dio diez de diez; el boxeo, que mostró las virtudes de su escuela y de su total recuperación; el béisbol, ganando un certamen con países de gran tradición en la pelota; el ciclismo, en fin, de cada uno que aportó su esfuerzo y aliento a este triunfo.

― ¿Cuba continuará compitiendo en los Centroamericanos y del Caribe con sus mejores exponentes?

—Es un honor para Cuba estar aquí, seguiremos priorizando la participación de los principales atletas en esta lid, es la nuestra. Vivimos una bonita rivalidad entre dos naciones por la cima del medallero, porque las dos dispusieron de sus mejores deportistas, defendiendo su camiseta, su bandera. Si el resto lo hace, el deporte centrocaribeño alcanzaría superiores niveles de desarrollo.

― Tras estos días de fiesta deportiva, qué mensaje le enviaría a la afición deportiva del país.

—En nombre de los atletas, sus entrenadores, médicos, sicólogos, fisioterapeutas y los que tuvieron que ver con la victoria, podemos decirle a nuestro pueblo que la misión Veracruz fue cumplida.

Fuente: Periódico Granma

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

feed-image RSS