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profesor futbolGerardo Navarro Vera es profesor de deportes desde hace casi 10 años, durante los cuales ha cosechado muchos logros.

Se oculta el sol y en Caimanera inicia un ritual típico de cada verano, al menos desde el año 2013. Grandes y chicos, hombres y mujeres, hasta ancianos, salen de sus casas y se van acomodando alrededor de la cancha de básquet.

 

Los primeros en llegar se sientan, y los que no encuentran sitio se quedan de pie, pero nadie quiere perderse el torneo de fútbol sala “Talento de barrio”.

 

El principal responsable es Gerardo Navarro Vera, profesor de fútbol y presidente de la comisión municipal de dicho deporte, quien, orgulloso del progreso del fútbol sala en el municipio, accede a conversar con Venceremos.

 

¿Cómo surge la idea de crear este torneo?

 

En Caimanera se juega fútbol sala desde la década de los 90, y desde entonces varios integrantes del equipo Guantánamo han salido de aquí, sin embargo nunca existió un evento que organizara bien esta modalidad.

 

La idea surge entre el profesor Osvaldo Torres de la Academia Náutica y yo, con la intención de motivar a los jóvenes amantes de este deporte, y al mismo tiempo que el pueblo pudiera disfrutar de los juegos, por eso decidimos hacerlo nocturno, evitando que el sol afectara la asistencia de público.

 

Así surge el torneo “Talentos de barrio”, que tuvo su primera edición en el 2013, con la participación de ocho equipos.

 

¿Cuentan con el apoyo de otras instituciones?

 

Desde el principio la contamos con el apoyo de la Asamblea Municipal del Poder Popular; también la Empresa Eléctrica del territorio nos apoya siempre con el tema de la iluminación en la cancha, y colaboran cuando es necesario el Ministerio del Interior, Comunales, y otros organismos.

 

Sin embargo, teniendo en cuenta que este evento deportivo está entre las principales atracciones de la etapa vacacional en Caimanera, pudieran prestar mayor atención otros sectores como Comercio, pues los cuentapropistas se roban el protagonismo con las opciones gastronómicas, en tanto los Comités de Defensa de la Revolución deberían involucrarse más, a fin de cuentas este es un torneo del barrio.

 

¿Cómo funciona todo, desde el inicio?

 

Desde que llega el verano los equipos se van armando con deportistas y jóvenes de la zona. Por ejemplo, este año se formaron 14 (dos de ellos provenientes del municipio Guantánamo), integrados por 158 jugadores en total, de los cuales 52 procedían de áreas deportivas, 46 de educación física, 12 de centros de alto rendimiento y 48 eran del barrio.

 

El comité organizador está integrado por cinco personas y participan además 28 activistas.

 

En el mes de mayo lanzamos la convocatoria y la divulgamos por todas las vías posibles, en este sentido la emisora local siempre nos apoya.

 

Lo segundo es realizar y aprobar el plan de aseguramiento, que incluye las meriendas, el dinero para los trofeos y otros reconocimientos.

 

Luego se realizan los cursos de capacitación: para árbitros, líderes de equipo y activistas, los cuales se superan antes de iniciar la copa ya que la mayoría proceden de otros sectores, y los equipos no cuentan con asesoramiento, sin embargo, los profesores de fútbol siempre estamos dispuestos para guiarlos y lograr que jueguen cada vez mejor.

 

Y por último llega el tiempo de los partidos, que este año fue del 21 de julio al 11 de agosto, y afortunadamente se colocó victorioso el equipo “Los caribitos”, uno de los locales.

futbol caimaneraVarios de los antecesores de estos jóvenes que practican para el torneo, integraron el equipo de primer nivel de fútbol en la provincia.

Atender un torneo que se realiza en horas de la noche debe generar dificultades en el plano personal.

 

Sobre todo roba mucho tiempo. Cuando inicia la copa ya no hay horario fijo de llegada a la casa ni para comer, puede ser a las nueve, las 10 o las 11; el teléfono personal no para de sonar con llamadas de espectadores para saber los horarios de juego o preguntar por algún equipo, no alcanza el tiempo para hacer las tareas diarias del hogar, en fin, cambian los hábitos de vida, pero la familia termina entendiendo y también brinda su apoyo.

 

Con tanta dedicación al deporte no faltarán los reconocimientos.

 

Hay varios que se han ido acumulando con el tiempo, como el de mejor profesor del curso escolar de actividades deportivas durante ocho años consecutivos, o el de mejor entrenador del municipio en cuatro ocasiones, y otros tantos, pero más que los reconocimientos propios, lo que me enorgullece como profesor y presidente de la comisión municipal de fútbol es el resultado de mis atletas, como el hecho de que al torneo nacional de la modalidad tres por tres en La Habana asistieron cinco jugadores que salieron de nuestra copa local.

 

¿Cuáles son los retos y dificultades que afronta el fútbol sala?

 

Retos tenemos muchos, principalmente aumentar el número de equipos y que el juego tenga cada vez más calidad, aunque en ese sentido vamos avanzando porque nuestro reglamento disciplinario es severo, lo cual contribuye al buen comportamiento de los atletas y cada año se cometen menos faltas.

 

Nuestra mayor dificultad radica en la necesidad de balones, también hay problemas con el equipo de audio, en ocasiones no tenemos y es muy necesario para las proyecciones sociales que se realizan en el marco del evento: estimular jugadores, homenajear a atletas retirados, dar a conocer nuevos deportistas.

 

A pesar de todo el fútbol sala sigue y seguirá adelante gracias, sobre todo, al empuje de los profesores y al interés y disposición de los jugadores y activistas.