Eduardo Pavó Suárez.Terminó para Guantánamo la 58 Serie Nacional de Béisbol con 17 victorias y 28 descalabros y el resultado genera muchos comentarios. Los Indios concluyeron en el puesto 15, igual posición que la pasada campaña, sin embargo, la posibilidad de clasificar se hizo más latente.

Resulta necesario el análisis profundo de la presente temporada en función de erradicar las notables insuficiencias que incidieron en el descenso repentino del conjunto. El cacique de la aldea Eduardo Pavó Suárez, habla sobre los resultados.

¿Cómo planificó la preparación de los Indios del Guaso?

Primero hice un reajuste en mi vida personal, luego de que mi familia se acostumbrara a la idea y de enfrentarnos a un grupo de opiniones diversas de variadas personas que hasta hoy cuestionan la decisión de que yo dirigiera el equipo. Incluso atribuyen el resultado a la dirección de una persona que como yo se ha dedicado a la teoría, pero asumimos el reto que es lo más importante.

Luego me dediqué a estudiar todos los planes de entrenamiento, resultados y estadísticas de Guantánamo en series anteriores, los números de cada uno de los peloteros. Me percaté de que había fisuras desde el punto de vista técnico-táctico y psicológico, y monté un diseño de seis etapas de trabajo, planificado para tres años, que respondiera a esas debilidades.

Renovamos atletas que llevaban años jugando y su rendimiento no era el que se necesitaba, también decidimos mantener algunos jugadores que eran la base del equipo. Sin embargo, cinco meses de entrenamiento no fueron suficientes porque esas carencias que tienen nuestros peloteros vienen de categorías inferiores.

¿Cómo ejecutó el plan de entrenamiento?

Incluimos acciones desde cada una de las posiciones hasta estrategias colectivas y tuvimos en cuenta el ranking de Guantánamo en series nacionales que se encuentra entre las posiciones 13 y 14, la filosofía de juego del equipo, la tradición de nuestros atletas y el contexto actual del béisbol a nivel nacional e internacional. Con esos elementos enfrentamos el trabajo y buscamos las deficiencias en cada área para seleccionar los entrenadores que pudieran erradicarlas escalonadamente.

La aspiración del equipo de superar el puesto 15 de la pasada temporada no se cumplió ¿a qué cree usted que se debe ese resultado?

Pronosticamos incluirnos del noveno al duodécimo lugar. No cumplimos ese objetivo pero hay varios elementos que demuestran que el equipo mejoró respecto a la serie anterior y en un momento llenamos las gradas del Van Troi, gracias al buen espectáculo de los jugadores.

El compromiso individual frente a Cienfuegos debimos ganarlo y no lo hicimos, ahí fue donde comenzó el desequilibrio del equipo y no en el súper nocao frente a Santiago de Cuba porque el conjunto respondió al día siguiente.

La moral de los muchachos luego del super nocao se mantuvo alta, nosotros conversamos con ellos y fueron receptivos. No obstante, en el resultado negativo, después del partido 29, influyó el descenso de nuestros lanzadores, sobre todo de los abridores.

¿Cuáles fueron las fortalezas de los Indios en la Serie?

La principal fortaleza del equipo fue la formación de valores, la responsabilidad, el sentido de pertenencia que se les creó. En segundo lugar la excelente preparación física que alcanzaron los muchachos.

La novena del Guaso quedó cuarta en más hits (418), en dobles (68) y en bases intencionales recibidas; además de séptima en jonrones (28) y fue el equipo que más doble play realizó. Esos son datos alentadores.

¿Insuficiencias de los muchachos del Guaso?

Hay un grupo de elementos negativos que tenemos que trabajar de inmediato. En primer lugar hay que batear con oportunidad porque dejamos más de 450 hombres en posición anotadora sobre todo en segunda y tercera bases y no apareció el batazo que permitiera anotar esas carreras. Tenemos que seguir trabajando en el corrido de las bases, tanto en el robo, como cuando el batazo se dirige hacia los jardines para alcanzar una almohadilla más.

Debemos fortalecer una jugada que la entrenamos bastante, me refiero al amague de toque y batear. Es una jugada táctica que sorprende mucho al contrario.

En términos de la defensa tenemos que trabajar muy fuerte y tomar decisiones con los jardineros para ganar rapidez y fuerza en sus lances. También hay que dedicar esfuerzos a posiciones estratégicas como primera y tercera base desde el punto de vista defensivo.

Hay un aspecto significativo a rescatar y es la defensa del box. Estamos hablando de la reacción contra los toques de bolas, el viraje de los pitchers a las bases; fuimos el equipo que más errores cometió en esa posición en la Serie. Tenemos que trabajar en el control de los lanzadores y su precisión en los lanzamientos. En esta campaña otorgamos más de doscientas bases por bolas, eso nos afectó sobre todo en la segunda parte. Iniciamos promediando dos boletos por partido y terminamos con seis. El conocimiento de las reglas del béisbol también hay que seguirlo de cerca.

Generalmente a los directores no siempre les dan la posibilidad de continuar su trabajo, la permanencia en la dirección propicia mayor compenetración con los atletas.

En eso inciden mucho las proyecciones que se tengan, hoy se defiende la estabilidad de los directores en los equipos, partiendo de la voluntad de los mismos de permanecer o no en esa responsabilidad. No tengo ningún inconveniente en asumir nuevamente esta tarea a menos que se tome otra decisión, pero hay un grupo de factores lejanos al béisbol que median en la satisfacción de una persona al frente de una actividad de este tipo.

Hay aspectos que se deben tener en cuenta, la atención a los atletas, sus condiciones de vida para poderse entregar en el terreno sin preocupaciones, porque permanecen mucho tiempo fuera de la familia. El acondicionamiento del entrenamiento, los implementos, la calidad de la Serie provincial, que este año mejoró. Son asuntos que inciden desde la motivación y que debemos perfeccionar para en el menor tiempo posible mejorar el accionar de ese pelotero que después se le va a exigir que clasifique.

¿Qué opina sobre la estructura de la presente Serie Nacional?

Si estamos abogando por el oficio de los peloteros, que es lo que más le falta a nuestros jugadores y es en este nivel donde se alcanza la mayor experiencia, necesitamos más juegos entonces. En una serie de 90 partidos, aunque parezca larga para muchas personas, los peloteros juegan más y por consiguiente van adquiriendo la calidad que necesitan. Extender la cantidad de juegos es muy necesario para el desarrollo del béisbol cubano.

¿Proyecciones para el equipo?

Estamos trabajando en el fortalecimiento de los peloteros jóvenes, tanto en las categorías inferiores como de la Serie provincial. La mayoría de los atletas que integran el equipo de primera categoría pertenecen al sub 23 y creo que tendrán buenos resultados porque van madurando y han tenido buena preparación.

¿Cuál es su mensaje para ese público que llenó las gradas del Van Troi?

Les agradecemos por motivarnos, por ayudarnos a revivir la pelota en Guantánamo, en toda Cuba el pueblo nos animaba. Lamentamos mucho el que no pudiésemos seguir el paso que llevábamos, pero les pedimos que confíen en nuestro trabajo.

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