En medio de una tarde de esfuerzos físicos, a pesar de la fatiga que han logrado dominar, las judocas de la Escuela de Integración Deportiva Rafael Freyre mantienen su concentración en la preparación. El licenciado Leonardo Sánchez Murgado, entrenador de la categoría 13-14 años, califica a sus alumnas como decididas, competitivas e identificadas con el deporte de combate.
"En el judo actual las niñas comienzan con siete años desde las áreas deportivas y a pesar de su edad temprana, inician decididas a practicar la disciplina. Hoy cuentan con mayor formación básica, psicológica, con una visión que contrarresta los tabúes acerca de la práctica de los deportes de combate en las féminas", asegura Leonardo.
A pesar de las deficiencias de implementos tecnológicas que dificultan la evaluación de los indicadores en los entrenamientos -entre ellos pulsómetros-, se cuentan con los materiales teóricos para la superación de los profesores de la especialidad a lo que se suma la efectiva labor del equipo médico, presente no sólo en los eventos competitivos, sino también en el seguimiento a la salud de cada una de las alumnas.
La preparación ante los nuevos cambios en el reglamento de arbitraje, las ciencias biológicas para el conocimiento del cuerpo humano, la nutrición y la higiene constituyen aspectos elementales en la formación integral de las atletas.
El experimentado entrenador Roberto Álvarez Ortega, quien cuenta en su haber con 37 años de graduado, de ellos 25 dedicados al trabajo con las adolescentes y jóvenes, y también guía de las promesas del judo guantanamero, expresa que los deportes de combate requieren de un profundo trabajo en la formación de valores de los atletas.
A decir de Álvarez Ortega, quien fuera el primer entrenador de la multimedallista olímpica y mundial Driulis González Morales, la relación profesor-alumno tiene que ser cuidadosa para lograr la confianza entre el atleta y entrenador, siempre respetando los espacios de cada uno de los actores.
“Nosotros creamos hábitos de conducta, expresiones de colectivismo, le exigimos también buenos resultados en la docencia y fomentamos su preparación político-ideológica. Empleamos juegos didácticos para amenizar el entrenamiento y variamos las técnicas. Igualmente consideramos que sin la unión entre la familia y la escuela los frutos de su esfuerzo no serán cosechados” continuó Ortega.
Mejorar los resultados de los últimos Juegos Escolares Nacionales y Juveniles, constituye un reto y por ello entrenan cada día en las sesiones de la tarde. Nuevas atletas crecen con perspectivas y prueba de ello es la promoción este año de dos judocas hacia el equipo nacional: Idelannis Gómez Feria (70 kg) y Yoanna Simón (40 kg). Otras jovencitas cuyos resultados conducen a vaticinios favorables son Yanelis Álvarez (63 kg) y Amanda Romero (+74 kg).
Una combinación de arrojo, dedicación, y amor por la disciplina, se encuentra en la EIDE guantanamera donde confluyen esfuerzos de entrenadores, atletas y docentes, incluyendo el personal médico, con la visión de lograr deportistas más íntegros, humanos y revolucionarios.
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