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Como un gran filme de suspenso, cargado de tensión y con pequeñas sub-tramas interesantes que no permiten disminuir las expectativas de conocer el desenlace final, así ha sido la etapa conclusiva de la edición 101 del Campeonato Nacional de Fútbol en Cuba, cuyo calendario oficial ya cerró, pero todavía no se conoce al nuevo monarca.

Después de mucho batallar, finalmente el equipo de Guantánamo cerró con 36 puntos, cifra que lo colocó al frente de la tabla general de posiciones, pero que todavía no le basta para la corona.

El primer título nacional de los del Guaso se queda en la “agonía” de la espera, pues al team de Villa Clara (35), su más cercano perseguidor, le resta un partido frente al débil conjunto de Isla de la Juventud (14) -se celebrará este 25 de junio-, cotejo que se pronostica ganen los centrales, quienes de esa forma sumarían 38 puntos, cantidad que los colocaría en la cima del podio.

 

En caso de un empate entre isleños y villaclareños, igual el campeonato sería para los de la “tierra naranja”, pues quedarían empatados en puntuación con los guantanameros pero con la ventaja de ganar el enfrentamiento particular entre ambos 4-2.

 

Entonces todo lo anterior se traduce en el hecho de que para Guantánamo poder levantar el trofeo dorado, Villa Clara tiene que perder frente a la Isla de la Juventud.

 

Ahí viene lo otro curioso del suspenso finalista: de ganar los isleños, entonces se tendría que jugar, además, el choque pendiente de estos con Santiago de Cuba (31), pues si también salieran sonrientes en ese tope llegarían a 20 puntos, y con ellos mandarían a la zona de descenso a Camagüey (18), sitio donde ya se encuentra Cienfuegos (11) -respectivamente campeón y subcampeón de 2015-.

 

Igualmente, un supuesto triunfo de los pineros sobre el llamado Expreso del Centro enviaría a este último al tercer escaño, pues La Habana le ganó el match particular y también tiene 35 puntos, suficientes para en ese caso vestir “casaca” plateada.

 

Más allá del hecho de lograr o no subir a lo más alto del estrado de premiaciones, lo cierto es que la actuación de los extremo-orientales es digna de aplaudir, pues ya aseguraron igualar su mejor resultado histórico -segundo puesto de 2011-, y lo hicieron como el único equipo sin jugadores de refuerzo de los territorios que no rebasaron el Torneo de Ascenso.

 

Los del Guaso finalmente ganaron 11 juegos, perdieron cuatro y empataron tres, y anotaron 32 goles y permitieron 19, siendo sus artilleros más sobresalientes los delanteros Randy Valier y Alian Urgellés, ambos con seis perforaciones, aunque todo el conjunto aportó desde el juego colectivo con la resistencia física y la defensa, como principales armas.

 

Vale resaltar que los guantanameros nunca perdieron como anfitriones en el terreno Roberto Mora, sede que se quedó pequeña para los cientos de seguidores que le acompañaron fielmente en cada partido.

 

Ahora solo queda esperar con los dedos cruzados por un desenlace con tintes dorados para los nuestros que ponga fin al suspenso.

 

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