Imprimir


1campeón de judo cubanoMaikel siente mucho orgullo de obtener su primera corona nacional de primer nivel en su provincia natal. Foto: Adriel Bosch CascaretCuando encontré a Maykel McKenci Londres la felicidad le saltaba por encima del kimono, pues todavía disfrutaba a plenitud la corona alcanzada dos días antes en la arrancada del Campeonato Nacional de Judo Masculino de primera categoría, que tuvo sede en su propia tierra guantanamera.

“Siento que tenía un compromiso con mi familia, con mi pueblo, y ahora le cumplí. Es un orgullo conquistar mi primer título nacional precisamente en mi tierra”, me dice Maykel, con quien conversé el último día del torneo -celebrado del 31 de marzo al 2 de abril- sentados en la grada de la sala polivalente Rafael Castiello y rodeados de los aplausos, exclamaciones y vítores del apartado por equipos de la lid.

De 22 años y nacido en Caimanera, este judoca, de los 73 kilogramos, afirma que el triunfo dorado es el premio al sacrificio y trabajo que viene realizando desde la base junto a todos sus entrenadores, empezando por su papá -el exjudoca Jorge McKenci- en su poblado natal, y los que siguieron su formación en la Escuela de Iniciación Deportiva Rafael Freyre y en la preselección nacional -a la que entró hace cuatro años.

“La vida de un deportista requiere de mucha constancia, de entrega y sacrificios. Yo inicié en el judo a los siete años, impulsado por el ejemplo de mi padre y con el apoyo de mi mamá y mi abuela, y desde entonces el rigor de los entrenamientos solo ha ido creciendo ¡y lo que falta!

“Desde que subí a la “pre” en La Habana las prácticas son más duras, porque tienen doble sección -en la mañana y en la tarde- y eso implica que uno debe alimentarse bien y no violar el tiempo dedicado a dormir y al descanso. Estoy obligado a cumplir las rutinas para poder seguir mejorando física y técnicamente, única vía para llegar a la titularidad en el equipo.

“Lo que más me golpea es estar distante de mi familia. En ocasiones me coge el gorrión y me pongo triste, pero con el tiempo uno va madurando y se da cuenta de que para tener buenos resultados hay que sacrificarse”, dice Maykel, quien atesora en su vitrina diversas medallas en Juegos Escolares Nacionales y Juveniles, así como dos metales bronceados y uno plateado en lides de primera categoría anteriores a 2017.

En el reciente torneo en la polivalente de la Ciudad de Deportiva del Guaso este caimanerense tras quedar libre en octavos superó en cuartos al granmense Alejandro Miranda. Ya en semifinales derrotó al matancero Magdiel Estrada -importante victoria, pues el yumurino era el campeón precedente y es considerado la figura principal de los 73 kilogramos en Cuba-, y en la final fue mejor que el también extremo-oriental Yosvani Kindelán.

“Fue un buen torneo. Me pareció excelente que se le diera a Guantánamo la oportunidad de acogerlo, pues es la mejor forma de que se den a conocer nacionalmente los nuevos talentos del patio, y que los guantanameros vean a lo mejor del país. Ninguna sede es perfecta, pero sé que aquí se dio todo lo que se tenía”, refiere el muchacho de la Primera Trinchera Antimperialista.

Tras concluir el evento nacional masculino, justo un día después de nuestra rápida conversación, Maykel partió nuevamente para La Habana, donde los miembros de la preselección ya se preparan para a finales de abril encarar el Campeonato Panamericano en Panamá -solo va el primero de cada división.

Esa lid es la primera competencia internacional de relevancia en este año, justo iniciando el nuevo ciclo olímpico, período en el que el campeón de Caimanera tiene grande esperanzas de convertirse en el número uno de su peso en Cuba.

“Espero que me den la oportunidad de demostrar mi talento fuera de los tatamis cubanos. Voy a seguir dando lo mejor de mí para lograr ese sueño y poder representar a mi país”, concluye Maikel.