elizabeth gamez medallasLa nadadora baracoense se confirma como la mejor librista de Cuba en la actualidad. Foto: Roberto Morejón (del diario digital Jit)

Con cuatro medallas de oro en el estilo libre pero en diferentes distancias se despidió la ondina baracoense Elizbet Gámez Matos en la Copa Internacional de Natación Marcelo Salado, que concluyó el pasado fin de semana en la piscina de la Ciudad Deportiva de La Habana.

 

En su debut en la reciente versión de la principal cita cubana para “sirenas” y “tritones”, obtuvo la corona en los 400 metros libres de la categoría de mayores de 15 años con tiempo de 4 minutos, 21 segundos y 68 centésimas, lo que constituyó record para el evento aunque distante del 4:18.23 de tope nacional que ella impuso en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.

 

Algo similar ocurrió en los 200 metros, pues se impuso con 2:01.82, mejor tiempo histórico para la Copa en esa modalidad y pegado a la máxima cota del país (2:01.82), logrado por la propia baracoense en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

 

Las otras dos medallas doradas de la muchacha salida del área de entrenamiento del río Miel, en Baracoa, fueron en los 100 y 50 metros libres, con tiempos de 57 segundos y 77 centésimas y 26.80, respectivamente.

 

Estos resultados de la guantanamera, de 20 años de edad, se consideran relevantes para el momento de la preparación en que se encuentra, al inicio del nuevo ciclo olímpico, y la confirman como la mejor atleta femenina de natación de Cuba.

 

Por otro lado, ella junto al villaclareño Hanser García, fueron los más destacados de la competencia según la tabla de los mil puntos de la Federación Internacional de Natación –dicha herramienta permite calcular qué nadador ha tenido la actuación más destacada en una competición, a partir de la comparación con marcas y puntuaciones que anualmente establece la Federación-, en el caso de Elizbet por el registro en los 200 metros libres.

 

Además, de esta forma intentó conseguir o mejorar sus tiempos como entrenamiento competitivo rumbo al Campeonato Mundial de Hungría en el cercano verano, para el que ya posee la cota B en los 200 metros libres.

 

La Copa Marcelo Salado, necesaria para poder medir la salud de la natación en Cuba y visibilizar nuevas figuras, en esta ocasión acogió a atletas escolares y mayores de 15 años de Cuba, Puerto Rico, Bahamas, Perú y México, y tuvo como principal dificultad la poca visibilidad para los nadadores en la piscina por el uso de cloro en polvo por ausencia del líquido, lo que provocó inseguridades, choques contra la pared en los virajes y saques repentinos de la cabeza para poder medir distancia, que sin dudas influyó en que no se lograran mejores resultados.

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