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profesor tiro deportivo

Crear nuevos productos o mejorar los deteriorados –principalmente en el tiro deportivo- está entre las principales pretensiones de Ángel Divier Fernández Fernández, joven de 36 años y profesor de la Escuela de Iniciación Deportiva (Eide) Rafael Freyre, quien representará a Guantánamo en la VII Convención Internacional de Actividad Física y Deportes (Afide) 2017.

Ángel Divier irá a dicho evento con el compensador de fuego que utilizó el tirador guantanamero Jorge Grau Potrillé en las olimpiadas de Río de Janeiro, inventada junto con Abdel Rosales y premiada en el Forum provincial.

 

“El compensador, cuyos similares se comercializan en el mercado internacional a 205 euros, es un medio deportivo que se le acopla a la parte delantera de la pistola libre de fabricación rusa del 70, que cuenta con muchos años de explotación.

 

“Como es lógico aunque sea muy buena, la calidad ha mermado, pues los deportistas foráneos tienen armas modernas de última generación. Nuestros atletas cuando compiten con ellas, es como participar en la carreras de Fórmula uno con un Lada”, comenta jocosamente.

 

“Como en Cuba todos disparan con esa arma están parejos, pero cuando te mides con la élite internacional se ven las diferencias.

 

“Con el compensador, que mide de entre 10 y 12 cm y tiene orificios laterales, cuando el proyectil sale de la boca del cañón continúa por dentro de dicho compensador y este evita la dispersión de los gases y así ayuda a que el arma se mantenga más estática.

 

“Esa, es una de las principales prestaciones del invento, pues a menor movimiento al salir el proyectil tiene mejor efectividad en su objetivo final, en este caso impactar lo más cerca al centro de la diana, lo cual ofrece una mejor y a la vez mayor puntuación al atleta. En este deporte la precisión es esencial porque un milímetro cuenta”, explica grosso modo sobre la importancia del aparato, iniciativa que a los guantanameros solo les cuesta 86 pesos cubanos, y mejora el estado psicológico de los deportistas al evitar que se sientan inferiores a atletas del primer mundo.

Pero esta no es la primera investigación de Ángel Divier, pues su debut lo realizó con una ponencia sobre cómo mejorar la formación integral de los deportistas de tiro deportivo en la Eide de Guantánamo, con la que conquistó el premio relevante en el Forum de base de ese centro escolar.

 

 

“También creé gafas con laterales y tapa ojos, a las que podías colocarle un iris en el ojo director. Confeccionar el implemento en Cuba salía más económico que adquirirlo en el mercado internacional”.

 

Ahora la principal aspiración de Ángel es confeccionar un blanco electrónico para Guantánamo. “En el país se dispara a dianas de papel, pues el otro es muy costoso en el mercado internacional. Si Cuba llegara a fabricarlas con sensores, este deporte tendría una mejor salud.

 

“Estoy creando un proyecto con un grupo de especialistas para lograrlo. Es complicado y la idea parece imposible de materializarse, no obstante los involucrados estamos optimistas, pues las barreras solo existen en el pensamiento humano.

 

“Necesitamos más recursos materiales porque el tiro le hace homenaje a la tecnología. A veces los atletas cubanos están bien preparados, pero al enfrentarse a otros deportistas, son superados por mejores armamentos, vestuarios y zapatos especiales que dan mayor estabilidad”, refiere este profesor que ante las carencias decidió encender su creatividad.

 

Un poco de historia

 

Ángel Divier lleva más de una década vinculado al tiro deportivo, primero desde la base y luego como atleta y capitán del equipo Cuba en la modalidad de pistola, con resultados relevantes a nivel nacional e internacional. También fungió como metodólogo provincial de ese deporte en Guantánamo, tras abandonar –por decisión propia- el centro de alto rendimiento de La Habana.

 

“Ese período estuvo difícil, pero agradezco la oportunidad porque profundicé en mis conocimientos y aprehendí las herramientas para desarrollar mejor el tiro deportivo”, comenta este Licenciado en Cultura Física, quien realiza la Maestría en Ciencias de la Educación.

 

Entre sus experiencias, también resalta una misión internacionalista en Venezuela, donde se desempeñó como jefe de docencia en el estado Bolívar, y como preparador de la selección nacional de ese país, con base de entrenamientos en Carabobo.

 

 

“Fue una etapa fundamental de mi vida. Donde quiera que esté trato de esforzarme y sacar experiencias. Allá logré explotar el potencial de los tiradores venezolanos, quienes obtuvieron cuatro medallas de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez, Puerto Rico”, refiere Fernández Fernández quien logró que una atleta - Maribel Pineda- fuera subcampeona en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, México, y clasificara a las olimpiadas de Londres 2012.

 

Tras esa actuación, él sería el entrenador de Maribel Pineda para la cita bajo los cinco aros de la capital británica. “La fecha de los Juegos coincidía con el fin de la misión y mi familia me necesitaba. Pude quedarme hasta el magno evento pero decidí regresar a casa. Muchos dicen que esa fue la oportunidad de mi vida, quizás, aunque también digo que pueden darse otras más”, precisa.

 

Tras su regreso a Guantánamo, Ángel Divier fue ubicado como entrenador del combinado deportivo de San Justo. Allí logró junto con otros compañeros promocionar seis atletas del área especial a la Eide, y se destacó por tratar de impulsar un movimiento para con recursos propios mejorar las condiciones de los combinados deportivos.

 

Por esos resultados, Ángel, fue seleccionado mejor trabajador del municipio. Desde entonces conjugó el entrenamiento de sus pupilos con la investigación y la innovación para desarrollar medios de enseñanza, que también contribuyeran a elevar la calidad de los atletas y generar ahorros al presupuesto del país.

 

Tras un descanso de dos años de la vida deportiva, en este curso se incorporó como entrenador del equipo masculino de la Eide, y ya aportó dos atletas de tiro rápido -Raymon Pacheco y Gabriel Fernández-, a la escuela nacional.

 

“Entré con más energía, retomé mis invenciones y participé más en las jornadas científicas”, asegura este joven que afirma incluirá, por su importancia, el sistema de selección de talentos desde la base entre sus líneas de trabajo e investigación para contribuir desde su labor a mejorar los resultados del tiro deportivo en el extremo oriente cubano.