A Pedrito Caverdós, arquitecto de profesión, la música le llegó por afición, y con esta ha transcendido los límites de Guantánamo y de Cuba, pues ha llevado su sonoridad hasta Japón.
Pedrito sobresale además por la invención del caverchelo, instrumento musical que con que el que regala diferentes sonoridades que armonizan con otros de percusión, cuerdas o viento.
Con el novedoso equipo ha hecho aportes en diferentes agrupaciones musicales, algunas dedicadas a revivir las mejores obras de la llamada década prodigiosa en Cuba y otras que cultivan la música tradicional cubana, como el changüí, género autóctono de esta región.
Aunque hasta el momento sólo Pedrito toca el caverchelo, su propósito es multiplicarlo, de manera que esté presente en la mayor cantidad posible de agrupaciones.
En la parte derecha del frente de este instrumento su creador ubicó una combinación de flejes que funcionan como marímbula, muy empleada para tocar changüí.
La caja del caverchelo se puede utilizar como sustituta del bongó o la tumbadora.
Un aditamento similar a una rejilla debidamente ubicado en el lateral derecho del equipo funciona como guayo.
Con su destreza en el singular instrumento, Pedrito despierta en muchos músicos el interés por este.
En materia musical tengo un amigo con talento que inventó un instrumento. Mucha suerte en su empeño de generalizar su inventiva y la música cubana de buena calidad.
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