Fidel, Raúl, Chávez y Maduro son cuatro gigantes de nuestro tiempo. Foto: Anabel Díaz

A cinco años de su siembra, ni la figura ni el legado de Hugo Chávez han quedado ni quedarán en el olvido, porque mientras las fuerzas progresistas en su país y en Nuestra América continúen la lucha, allí estará el Comandante bolivariano junto al resto de los libertadores que han pasado por estas tierras.

Desde Venezuela, su país natal, hasta Cuba, que lo acogió como si fuera otro de sus hijos, fueron disímiles los homenajes para recordar no la muerte, sino la vida de ese incasable revolucionario.

En La Habana se le rindió tributo en el Aula Magna de la Universidad de San Gerónimo, donde se dieron cita el doctor Eusebio Leal; el embajador de Venezuela en Cuba, Alí Rodríguez Araque; miembros del cuerpo diplomático y muchos amigos de la Revolución Bolivariana.

Allí, Leal, uno de los primeros cubanos en conocer al Comandante Chávez, recordó las palabras que le intercambió el líder venezolano durante su último encuentro: «quiero vivir, por mi Patria y por Cuba», le dijo.

No pudieron faltar en sus palabras aquellos lazos de unión entre dos grandes hombres que lucharon por su país y por la integración latinoamericana y caribeña, el historiador recordó la gran amistad que hubo entre dos «fuerzas de la naturaleza», Chávez y Fidel Castro.

Según Leal, a Chávez hay que recordarlo victorioso. Foto: Jose M. Correa

Tal fue la unión de Chávez y la Mayor de las Antillas, que Fidel llegó a expresar que él fue el más grande amigo que tuvo Cuba, porque tuvo amigos –apuntó el historiador– y medio amigos, y amigos interesados, pero nunca un amigo tan amigo y tan desinteresado.

Solidario con los pueblos latinoamericanos, estamos en deuda con Chávez, y no traicionarle es un deber moral, sentenció Leal.

El historiador de La Habana citó a José Martí cuando dijo: «la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida», y explicó, en una intervención cargada de emotividad, que hay que recordar al Chávez victorioso, a ese Chávez que en medio de la lluvia tronante, cuando ya estaba tocado de muerte, era capaz de entregarse y de sacar fuerzas de su propio desaliento.

Chávez y Fidel entablaron una entrañable amistad. Foto: Estudios Revolución

Por su parte, los venezolanos despertaron temprano este lunes, en una jornada donde se cumplieron cinco años de la partida física de Chávez, y como cada 5 de marzo se congregaron en el Cuartel de la Montaña para rendir homenaje al hombre, padre, amigo y líder bolivariano.

En ese sitio también estuvo, previo a la cita del ALBA-TCP, otra de las figuras claves en la integración latinoamericana y caribeña y amigo de Chávez, el presidente de Bolivia Evo Morales. Sobre su compañero de luchas, el mandatario indígena solo tuvo palabras de elogio: «no volveremos a ver esas cualidades en ninguna parte del mundo».

Desde ese cuartel, también llamado Cuartel 4F –en referencia a la rebelión cívico-militar liderada por Chávez el 4 de febrero de 1992–, sonó como cada día, un cañonazo de salva a las 4 y 25 de la tarde, justo la hora en que murió el líder de la Revolución Bolivariana.

Como cada 5 de marzo los venezolanos se congregaron en el Cuartel de la Montaña. Foto: AVN

Ayer, de esos homenajes también fueron partícipes desde Miraflores los mandatarios que asistieron a la XV Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).

El mundo se sumó al homenaje. Nicaragua unió a cientos de personas en el antiguo centro de Managua, entre ellos miembros del Gobierno y de la Juventud Sandinista, y allí depositaron una rosa a un gran amigo del país y del presidente Daniel Ortega. En la sede diplomática de Caracas en Beijing, se inauguró una exposición fotográfica con imagénes del Cuartel de la Montaña, lugar de reposo eterno del Comandante bolivariano.

Las redes sociales se convirtieron también en plataforma de recordación, y una de las etiquetas que se mantuvo posicionada durante la jornada fue #A5AñosDeTuSiembraComandante, la cual acompañó a sentidos mensajes de afecto.

Fuente: Periódico Granma