El papa Francisco alertó hoy sobre el peligro de que los migrantes se conviertan en personas desarraigadas, sin cara ni identidad.

En una intervención ante los participantes en XV Capítulo General de la Congregación de los Misioneros de San Carlos (scalibrianos), el sumo pontífice señaló que esa es 'una pérdida gravísima que se puede evitar con la escucha, caminando junto a las personas y a las comunidades de migrantes'.

Poderlo hacer -dijo Francisco- es una gracia y también un recurso para la iglesia y el mundo y añadió que primero que todo es necesario escuchar a las personas y las historias de las comunidades, con compasión y cercanía sincera, 'sobre todo las esperanzas frustradas, las expectativas de los corazones'.

El Papa recordó a los asistentes al evento, que hoy como ayer, la misión de ellos se desarrolla en contextos difíciles caracterizados a veces por actitudes de sospecha y prejuicio, cuando no de rechazo hacia la persona extranjera, lo cual los obliga 'más aún a un entusiasmo apostólico aún más valiente y perseverante'.

La Congregación de los Misioneros de San Carlos, fue fundada en 1887 en la ciudad italiana de Piacenza por el obispo Juan Bautista Scalabrini, con el objetivo de apoyar a los migrantes y refugiados políticos.