migrantes trump elecciones Trump advirtió que si los migrantes lanzan piedras a los soldados fronterizos, estos consideren la acción como si fuera con el uso de rifles. Foto: AFP

No es la primera vez que en mi horizonte visual he percibido rollos de alambre de púas. Los recuerdo allá en Barajagua, donde nací y viví mis primeros años, cuando mi papá los usaba para evitar que el ganado vecino llegara hasta nuestra casa o echara abajo las pocas plantaciones de plátano y yuca que se pudieron sembrar.

También –y en años más cercanos– recuerdo aquellas alambradas enrolladas en la llamada Línea Verde, zona desmilitarizada que controla la ONU y divide a Chipre en dos.

El alambre de púas también sim­bolizó fragmentos del derribado Muro de Berlín y de muchas partes del que separa a México de Estados Unidos.

Y es precisamente en este punto donde me quiero detener: en la políticamente manipulada frontera por donde quieren entrar a territorio estadounidense miles de centroamericanos que viajan en una gran caravana humana en busca de trabajo.

Por estos días, el magnate inmobiliario que preside Estados Unidos y quien ha hecho del tema migratorio una bandera mediática previo a las elecciones de medio término de este 6 de noviembre, ha desplegado militares y miles de rollos de alambres con el pretexto de evitar el paso de los migrantes.

Para sus partidarios republicanos, o de otras tendencias, se trata de la mano dura de un mandatario que cuida a sus connacionales de ser afectados por la presencia de extranjeros. En este caso Trump ha llegado a calificarlos de ­«terroristas, delincuentes, o portadores de drogas».

El Presidente, con toda la fuerza del poder mediático a su favor, ha enviado a unos 15 000 militares a los puntos fronterizos por donde pretenden pasar los migrantes, ha ordenado a esas tropas no permitir que ni uno pase, y ha fortalecido la estructura colindante con una cerca adicional de rollos de alambre de púa, a los que ha calificado de «muy bonitos».

Como una vulgar burla hacia los seres humanos, han calificado muchos observadores, las declaraciones de Trump cuando aseguró durante un mitin electoral en Belgrade, estado de Montana: «el alambre de púas utilizado de manera apropiada puede ser una escena hermosa».

El Presidente, quien ha determinado que en febrero próximo se inicie la construcción de diez kilómetros del controvertido muro, advirtió, además, que si los migrantes lanzan piedras a los soldados fronterizos, estos consideren la acción como si fuera con el uso de rifles.

Respecto al tema, en un mitin electoral este lunes en la Florida, el ex presidente demócrata Barack Obama, descartó lo dicho por Trump respecto a que la caravana de migrantes es una «amenaza existencial» para el país, y calificó de «truco político» el envío de miles de soldados a la frontera, supuestamente para frenar el paso de los migrantes.

El precio a pagar por el despliegue militar podría alcanzar 200 millones de dólares para finales de este año y aumentar aún más el año que viene si el Gobierno continúa haciéndolo, según cálculos del diario The Washington Post. La ONU estima el número de caravanistas que se dirigen a EE. UU. en unas 7 000 personas.

Fuente: Periódico Granma

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

feed-image RSS