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policia amterdams investigacionesLa policía de Amsterdam decidió aumentar su vigilancia tras el incidente. Foto Xinhua

La Fiscalía francesa abrió hoy una investigación por intento de asesinato múltiple relacionado con organización terrorista contra el supuesto autor del ataque frustrado el pasado viernes en un tren Thalys que cubría el trayecto entre Ámsterdam y París.

Las acusaciones por terrorismo se deben al armamento que llevaba el ciudadano marroquí Ayoub Khazzani, de 25 años, y a un video que vio en el baño del tren llamando a cometer actos violentos, justificó el fiscal general, François Molins.

El hombre, armado con un Kalashnikov y una pistola automática, abrió fuego en el tren el pasado viernes y fue reducido por varios pasajeros. Dos personas resultaron gravemente heridas.

Poco antes del anuncio de la Fiscalía, la emisora France Info había señalado que antes del hecho el atacante había visitado una web de rezos islámicos. Otros medios franceses habían apuntado que entre el momento de la compra del ticket y la subida al tren había visitado una web con cantos yihadistas a través de su teléfono móvil.

El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, señaló que el sospechoso era conocido por las autoridades europeas por sus vínculos con un movimiento islamista, pero en su primer interrogatorio el acusado negó tener cualquier intención terrorista.

Entre tanto, las autoridades antiterroristas belgas registraron hoy dos viviendas en Bruselas, de las que se incautaron varios objetos, como parte de la búsqueda de posibles domicilios antiguos del sospechoso, informó hoy la Fiscalía estatal.

Los cuatro pasajeros que intervinieron para reducir al sospechoso, tres estadounidenses y un británico, recibieron el lunes la Legión de Honor en Francia de manos del presidente, François Hollande, y han sido tratados como héroes por frustrar lo que podría haberse convertido en una masacre.

Un quinto hombre, un afroamericano llamado Mark Moogalian, recibirá también la Legión de Honor. Ahora sigue en un hospital de la ciudad de Lille, en el norte de Francia, tras recibir un disparo en el cuello durante el ataque.