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La Cámara de los Comunes británica discute hoy una propuesta del gobierno conservador para extender a Siria los bombardeos de su fuerza aérea contra el movimiento terrorista Estado Islámico (EI) en Iraq.

La iniciativa se presenta esta jornada, pese a una reciente sugerencia del comité de relaciones internacionales de evitar ese procedimiento hasta tanto no se contara con un verdadero consenso internacional y planes concretos de acción en ese sentido.

Además, el citado comité se refería a la necesidad de un respaldo legal internacional para actuar en Siria, a lo que se opone gran parte de la bancada laborista.

El ejecutivo del primer ministro David Cameron aprobó la víspera una moción de 12 puntos que detalla los pasos a seguir para actuar contra el EI en Siria, aun cuando Londres mantiene su reclamo de sacar del poder al legítimo presidente de ese país, Bashar Al Assad.

Cameron debió arreciar el tono de sus demandas de apoyo a la iniciativa del gabinete, al demandar un voto en bloque de los 330 miembros de la bancada conservadora, después que pareció reducirse el apoyo de la población a los bombardeos del Reino Unido en Siria.

De acuerdo con un reciente sondeo de YouGov, el respaldo a la participación británica en acciones bélicas en el Estado levantino pasó de 59 a 48 por ciento en apenas dos semanas.

El máximo dirigente laborista Jeremy Corbyn también debió realizar un llamado a la disciplina en la bancada de su partido, integrada por 231 legisladores, quienes podrán efectuar un voto libre esta jornada.

Un pronóstico adelantado por el diario The Guardian se refiere a una posible votación de 346 votos a favor y 231 en contra de la iniciativa del ejecutivo, sobre la cual pesa el recuerdo en la población de la experiencia de la invasión contra Iraq.

El exalcalde capitalino Ken Livingstone acusó al exprimer ministro Anthony Blair de provocar la muerte de más de 50 británicos por atentados suicidas en 2005 en esta urbe. Si no hubiéramos agredido a Iraq en marzo de 2003, esas personas nunca hubieran muerto, comentó.

Blair está pendiente de un proceso de investigación de varios años para comprobar si presentó argumentos falsos ante el Parlamento para que éste respaldara la participación británica, junto a Estados Unidos, en la invasión a Iraq, donde murieron 600 británicos.

La prensa local también se hizo eco de la recogida de 170 mil firmas en internet en contra de los bombardeos de la fuerza aérea nacional en Siria.