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El Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel considera que la decisión del gobierno del presidente Mauricio Macri de prohibir a Telesur en Argentina constituye un acto de censura y falta de pluralidad en la información. Argentina, al igual que otros países latinoamericanos, integró el proyecto de Telesur, incluso con participación accionaria en el canal internacional, tras su creación en 2005 a sugerencia del finado presidente venezolano Hugo Chávez.

 

El domingo, el diario progubernamental La Nación enunció que la administración Macri retiraba a Argentina del proyecto, lo cual confirmó el lunes el ministro de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi.

 

Ya desde el 4 de marzo pasado Telesur fue retirada del paquete de canales de Cablevisión sin argumento legal alguno y privando a millones de argentinos que pagan por ese servicio de una señal de noticias las 24 horas.

 

En Argentina, “los canales locales no informan, se centran en la farándula y espectáculos y poco en la situación política internacional y latinoamericana”, declaró Esquivel desde su cuenta en Twitter.

 

Además, se mostró preocupado por la postura “muy condicionada y dirigida” de Mauricio Macri, en especial en sus críticas hacia Venezuela. Y subrayó: “Esto hay que ponerlo en evidencia (…) son decisiones políticas de marginar a un medio de comunicación como Telesur”.

 

Si bien Lombardi planteó que no se trataba de censura sino de una cuestión “práctica” y de “riesgo económico”, Pérez Esquivel fue contundente al plantear que se trata de un sesgo informativo y una “censura a favor de CNN”.

 

También por Twitter, Lombardi insistió en justificar ayer la desvinculación de la cadena de televisión multiestatal al señalar que el país “no tenía las más mínima injerencia en las cuestiones financieras y periodísticas”.

 

Muchas otras voces criticaron desde Argentina tal decisión. El líder del partido Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, sostuvo que “Telesur permite que el mundo conozca informaciones que son deliberadamente excluidas de los medios hegemónicos en todos nuestros países”.

 

“A Macri no le gusta lo que se cuenta de Argentina en Telesur porque las noticias y las voces que en esa señal se difunden están al margen del pacto de invisibilización del ajuste que hizo con el Grupo Clarín y otros medios argentinos, a partir de la apertura de negocios millonarios”, sostuvo Sabbatella.

 

Por su parte, la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, dijo que “los que hablan de pluralidad, de democracia, de escuchar todas las voces, nos van a prohibir ver Telesur en Argentina. Nos cierran otra boca más, otra cabeza que piensa, que nos cuenta lo que realmente está pasando”, criticó.

 

En un comunicado, la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad (REDH) calificó de “una afrenta a la libertad de expresión” el retiro de la señal del canal telesur de las cableras en Argentina.

 

La dirección de Telesur se quejó que el gobierno argentino divulgó su decisión de forma inconsulta sin comunicarse primero con el Consejo de Dirección del canal multiestatal.

 

Telesur está presente en más de 90 cableoperadoras y mantiene convenios con más de cinco televisoras en diferentes provincias argentinas, llegando hasta el 29 de febrero a más de 20 millones de potenciales televidentes y a más de ocho de abonados, detalló en un comunicado.

 

La decisión del Gobierno -advirtió- implica que Telesur dejará de ser transmitida por el servicio estatal de Televisión Digital Abierta y quedará en manos de cada cableoperador seguir incluyendo su señal en su paquete de canales.