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Fiscales y miembros de la policía de Panamá continúan hoy el allanamiento en las oficinas centrales de la firma de abogados Mossack-Fonseca en busca de pruebas sobre actividades ilícitas que reveló la prensa internacional.

 

La firma de abogados se encuentra en el vórtice de una tormenta mundial de denuncias iniciada por el diario alemán Süddeutsche Zeitung y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), con serias acusaciones sobre la participación de la entidad legal en encubrimiento de dinero sucio.

Una nota circulada a los medios de prensa anoche por la Procuraduría, informó sobre el "allanamiento, inspección ocular y registro que práctica la Fiscalía Segunda Contra la Delincuencia Organizada en la sede de la firma forense Mossack Fonseca y demás filiales del grupo" y simultáneamente trabajan en el Data Center Internacional de la empresa telefónica que brinda soporte informático.

Según versiones de prensa, al inicio de las pesquisas, empleados del bufete fueron escoltados hasta otro edificio adyacente, porque estaban dilatando el proceso y no colaboraron con el fiscal Javier Caraballo, quien se encuentra al frente de la investigación.

El lunes se produjo otra visita de autoridades judiciales al edificio, pero en esa ocasión exploraron los servidores de la firma de abogados, a partir de la denuncia presentada por la misma sobre el "hackeo" a su base de datos donde se extrajeron 11,5 millones de documentos que alimentan actualmente los llamados Panama Papers.

El ingeniero informático Carlos Alvarado, en declaraciones a periodistas, descartó la posibilidad de "hackeo" a la base de datos de la firma panameña, porque técnicamente es difícil mover tal volumen de información por Internet y planteó la hipótesis de colaboración interna mediante extracción parcial de información.

El director del ICIJ, Ryle Gerard, reveló en CNN que el gobierno de Alemania le compró la información a la persona que "filtró" los documentos del despacho de Mossack Fonseca, y posteriormente los entregó al Zeitung.

Uno de los dueños fundadores, Ramón Fonseca, rechazó cualquier participación en las posibles acciones fraudulentas o de delitos cometidos por alguna de las empresas offshore creadas por ellos, y de hecho tomaron distancia en el desarrollo de las mismas después de fundadas las estructuras.

Ante la afirmación de la publicación británica BBC Mundo de que "dichos documentos muestran cómo Mossack Fonseca ha ayudado a clientes a lavar dinero, esquivar sanciones y evadir impuestos", Fonseca respondió:

"Eso es totalmente falso, eso demuestra una ignorancia del periodista de las actividades, porque él está diciendo que por haber formado la sociedad, que fue usada para esos fines, somos responsables, lo cual es totalmente injusto, incorrecto, y hasta ilegal decirlo".

"Pienso que la filtración va a convertirse probablemente en el golpe más grande que el mundo de la banca extraterritorial jamás haya recibido, debido al alcance de los documentos", afirmó Ryle, según la publicación londinense.

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