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1lulla para 2018 en brasilkAunque la campaña mediática en su contra y el golpe contra la presidenta Dilma Rousseff sigan su curso, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva lidera todas las proyecciones de intención de voto para las elecciones presidenciales del 2018, de acuerdo con una encuesta publicada en Bra­sil este 8 de junio.

 

Según la encuesta citada por Telesur, el ac­tual presidente interino de Brasil, Michel Temer, perdería ante cualquier candidato si se presentase en las elecciones del 2018.

Temer apenas alcanza una tasa de aprobación personal del 33,8 %, mientras que el índice de reprobación es del 40,4 %.

Su gobierno queda peor evaluado, pues apenas el 11,3 % de los encuestados lo aprueba, mientras que un 28 % tiene opinión negativa y un 30 % lo considera regular.

La mayoría de los brasileños considera que no ha habido mejoras, sino retrocesos en el país desde la llegada de Temer como presidente interino.

En los últimos meses, Lula ha manifestado su deseo de optar por la Jefatura del Estado, en aras de continuar la batalla social y económica a favor de los sectores más desposeídos. Pese a que dijo estar en edad de jubilarse, comentó que cuenta con la vitalidad necesaria para presentarse en los próximos comicios presidenciales.

Durante su Gobierno, que inició en el año 2003, se crearon más de 15 millones de puestos de trabajo y disminuyó la pobreza al sumarse 40 millones de brasileños a la clase media.

Se crearon programas sociales como Ham­bre Cero, Bolsa de Familia, Luz para Todos y Agricultura Familiar. Estos permitieron un aumento de la renta per cápita, el acceso de la población más pobre a bienes y el fortalecimiento del mercado interno, logros que se ven empañados con los recortes de la actual gestión y que en definitiva peligran si la derecha logra su propósito de sacar a la presidenta por medio del golpe parlamentario.

Lula estabilizó la economía brasileña y la hizo crecer en un promedio de 4,1 % anual. Canceló toda la deuda del país con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y redujo la tasa de desempleo que estaba en 10,5 % en diciembre del 2002 al 5,7 % en noviembre del 2010.

Su plan de brindarle acceso a la banca a la población humilde fue clave. En tan solo un año, 45 millones de brasileños tenían cuentas bancarias activas, lo que colaboró con la segunda estrategia del presidente: no dejarles a intermediarios la administración ni la entrega de estos recursos públicos.

Además, la erradicación del hambre fue prioridad durante su mandato, de tal manera que creó el Ministerio de Desarrollo Social y del Combate contra el Hambre. En seis años, la desnutrición de Brasil se redujo un 73 % y la mortalidad infantil un 45 %.

Tras dos lapsos presidenciales consecutivos, Lula dejó el cargo con el índice de popularidad más alto de la historia de Brasil: un 87 % y con un gran apoyo y respeto por parte de la comunidad internacional.

FISCALÍA PIDE PRISIÓN PARA EL PRESIDENTE DEL SENADO
Esta semana el fiscal general de la ­Re­pública, Rodrigo Janot, envió al Supremo Tribunal Fe­deral (STF) la solicitud de prisión del presidente del Senado, Renan Calheiros, del senador y exministro de Temer, Romero Jucá; del expre­sidente de la República y senador José Sar­ney; y del presidente de la Cámara suspendido de su cargo, Eduardo Cunha, todos del Partido del Movimiento Demo­crático Brasi­leño (PMDB).

La información, publicada por el periódico O Globo y el informativo de TV Globo Bom Dia Brasil, añade que las solicitudes serán evaluadas por el ministro del Supremo Teori Zavascki y se basan en acusaciones de que los cuatro políticos intentaron obstruir las investigaciones del caso Petrobras.

Son grabaciones del expresidente de Trans­petro, una subsidiaria de Petrobras, en las que los senadores supuestamente sugieren un plan para obstaculizar la Operación Lava Jato.

En las conversaciones, reveladas la última semana de mayo, el entonces ministro de Planificación, Romero Jucá —investigado en el caso Petrobras—, mencionaba un "pacto" para atenuar los efectos del escándalo de corrupción, e insinuaba que la destitución de Dilma Rousseff —apartada de la presidencia el pasado 12 de mayo— es fundamental para frenar las investigaciones, que salpican a muchos partidos, incluido al del presidente Temer.