Miles de personas vuelven hoy a manifestarse en Francia contra un proyecto de reforma laboral del gobierno, una jornada de movilización que coincide con la votación en el Senado del mencionado texto.

El plan genera desde hace más de tres meses acciones de rechazo ya que sus detractores opinan que se trata de un proyecto que favorece a los empresarios y daña los derechos de los trabajadores.

El tema resulta especialmente sensible, sobre todo en un país donde la tasa de desempleo se ubica en torno al 10 por ciento.

Hay oposición al plan incluso en el seno del gubernamental Partido Socialista, donde varios de sus miembros opinan que da al empresariado mayores poderes en materia de organización del tiempo de trabajo y de despidos.

En el caso de París, la movilización de este martes tendrá lugar bajo un fuerte dispositivo de seguridad ya que serán desplegados más de dos mil 500 policías.

El jueves pasado, cuando tuvo lugar otra jornada de manifestaciones contra el proyecto laboral, se manifestaron 70 mil personas en todo el país, según las autoridades, mientras que los sindicatos ubicaron la cifra en 200 mil.

Alrededor de 113 personas fueron detenidas ya que, acorde con la prefectura de policía, portaban objetos que podían ser utilizados como proyectiles durante la marcha, inicialmente prohibida en la capital gala por las autoridades que alegaron razones de seguridad.

Entretanto, la votación del plan en el Senado está prevista este martes hacia las 18:00 hora local.

Como el Senado tiene mayoría conservadora, el texto que llegó de la Asamblea Nacional ha sido notablemente modificado y procede la conformación de una comisión mixta paritaria entre las dos cámaras.

Analistas consideran poco probable que lleguen a algún consenso, por lo que el texto volvería a someterse el 5 de julio al examen de los diputados que en este país tienen la última palabra en materia legislativa.

Sin embargo, no se descarta que el primer ministro Manuel Valls vuelva a valerse del polémico artículo 49.3 de la Constitución que le permite saltarse el examen en la Asamblea y aprobarlo por decreto.

El secretario general del sindicato Fuerza Obrera, Jean-Claude Mailly, advirtió de que si el presidente François Hollande sigue adelante con el texto del proyecto de ley sin modificarlo en los puntos que más perjudican a los trabajadores, las protestas se reanudarán en septiembre, después de las vacaciones de verano.