españa-refugiadosRefugiados sirios esperan para subir a un vehículo militar de Jordania tras conseguir cruzar la frontera norte entre ambos países con sus familias. REUTERS/

233 ciudadanos sirios, 39 eritreos, 32 iraquíes y un centroafricano. Son los 305 refugiados que España ha acogido desde mayo, cuando el Ministerio del Interior se comprometió a traer, para mediados de junio, a 586 solicitantes de asilo desde Italia, Grecia, Turquía y Líbano. Ya en julio, el gabinete que dirige Jorge Fernández Díaz ha conseguido amparar a poco más de la mitad.

 

Se trata de una cifra que suma reasentamientos —refugiados que llegan desde fuera de la UE— y reubicaciones —refugiados que ya han conseguido llegar a territorio europeo por sus propios medios— solicitada por el Ministerio del Interior, basada en el número de expedientes ya tramitados por España. Lejos quedan los 16.000 que encomendó a España en un primer momento la Unión Europea, antes del acuerdo con Turquía para deportar a los solicitantes de asilo.

 

Desde el Ministerio alegan que el problema es… que no es fácil. “Son procesos muy complicados, laboriosos, en los que hay que negociar con segundos y terceros países y hay todo un abanico de circunstancias que lo complican”, aseguran fuentes del departamento que dirige Fernández Díaz en conversación con este medio. “Nos hemos encontrado con personas que al momento de subir al avión no han querido venir porque prefieren elegir otros destinos; a veces como están en campamentos, con el proceso terminado resulta que en ese momento no los puedes encontrar…”

 

A veces la dificultad es que el refugiado que ha conseguido completar la tramitación de la solicitud de asilo no ha sobrevivido al proceso burocrático. “Pensaba venir una persona y al final no ha podido venir porque ha muerto de un ataque al corazón”, explican desde el Ministerio. No obstante, aseguran que “la cifra está abierta” y que “de aquí al final del verano seguirá llegando gente”.

 

“Cien arriba o cien abajo… La cifra sigue siendo ridícula”

 

Hace más de nueve meses que, tras una larga negociación, la Comisión Europea y los entonces 28 socios comunitarios acordaron acoger a 160.000 refugiados. En esa distribución, España asumió reasentar o reubicar a más de 16.000 personas.

 

Para Médicos Sin Fronteras, que proporciona asistencia a las personas que huyen de un conflicto sirio que ya va camino de los seis años de duración, el tiempo de hablar de cifras ha terminado, y piden que Europa asuma de una vez la responsabilidad de acoger a las personas que se ven obligadas a abandonar sus países de origen por miedo a la muerte o al extremismo islámico.

 

“Si hablamos de la crisis de refugiados, estamos hablando de que solo en el caso sirio, el conflicto ha generado más de cuatro millones de desplazados forzosos, que han tenido que cruzar la frontera de su país en busca de protección. Las cifras que en su día propuso la Comisión para los 28 miembros de la UE ya era en sí misma una cifra ridícula”, denuncia Carlos Ugarte, responsable de relaciones externas de Médicos Sin Fronteras.

 

¿Que España haya vuelto a fallar con los objetivos de acogida propuestos por el propio Ministerio del Interior? “Cien arriba o cien abajo… Sigue siendo una cifra igual de ridícula”, lamenta el portavoz de Médicos Sin Fronteras.

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