El Partido Comunista Colombiano (PCC) reprobó hoy lo que considera una guerra mediática contra los diálogos de paz entre el Gobierno y las insurgentes FARC-EP, encaminados a finalizar por la vía pacífica el largo conflicto entre ambas partes.
Según un artículo publicado por el portal oficial de la organización, los ataques contra ese proceso aumentan en momentos cuando las conversaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) transitan hacia el que pudiera ser su momento conclusivo, luego de casi cuatro años de debates en La Habana.
A juicio de analistas la firma del Acuerdo Final por las dos delegaciones es un hecho inminente e irreversible, subrayó el PCC, tras rechazar campañas de sectores interesados en la prolongación de la confrontación bélica, la cual dura más de medio siglo y ha dejado unos 300 mil muertos, casi siete millones de desplazados de sus lugares de origen y al menos 45 mil desaparecidos.
Partidarios de la guerra en cuerpo ajeno -amplió- buscan como locos todo tipo de artilugios para evitar que el país y muchas generaciones conozcan el período productivo de la paz, ojalá con justicia social; por eso atacan sin piedad alguna con mentiras.
El texto rechazó versiones sobre una presunta ausencia de unidad a lo interno de las FARC-EP y acerca de un supuesto desacuerdo de algunos frentes guerrilleros con los pactos conseguidos en Cuba entre portavoces del Ejecutivo y de ese movimiento rebelde.
Sin comprobar una sola afirmación de esta naturaleza, los medios de comunicación abren los micrófonos, la televisión y los impresos a la especulación, comentó el sitio web.
En opinión del PCC los agoreros de la guerra van yendo al cesto de basura de la historia, sin pena ni gloria.
Son cadáveres en alto estado de descomposición que buscan por todos los medios contaminar el espíritu pacifista de millones y millones de colombianos y colombianas cuando el vuelo de la paz ha tomado impulso y altura, insistió.
Desde 2012 representantes gubernamentales y de las FARC-EP platican en la capital cubana para hallar una solución concertada a la conflagración, proceso que a juzgar por sus progresos podría terminar satisfactoriamente en fecha cercana.
Como resultado de dichas reuniones lograron consensos en los temas de reforma rural integral, participación política, combate contra el tráfico ilícito de drogas, victimas y fin del conflicto (comprende términos y hoja de ruta para el cese el fuego bilateral y la dejación de armas o desarme de esos combatientes).
Resta ahora perfilar cuestiones pendientes de acápites ya analizados y otros asuntos como el método mediante el cual serán escogidos los magistrados encargados de aplicar la justicia transicional a responsables de la guerra en la fase posbélica.
