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El presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció hoy que el asesinato del viceministro de Régimen Interior, Rodolfo Illanes, a manos de mineros, constituye una conspiración política contra el gobierno de esta nación suramericana.

Estamos ante un complot permanente, primero fueron las movilizaciones de las personas con discapacidad, luego los miembros del transporte pesado, y ahora un sector del cooperativismo minero, alertó Morales en una conferencia de prensa ofrecida en el Palacio de Gobierno.

Morales subrayó que varios elementos de la oposición de derecha respaldaron las demandas de carácter privatizador de estos mineros movilizados desde hace varios días.

El jefe de Estado también responsabilizó a algunos medios de prensa que se sumaron a la cadena de mentiras surgida desde el principio de esta situación, que trajo consigo el luto a la familia boliviana.

Esos órganos informativos contribuyen a convulsionar al país, sentenció el primer presidente indígena de esta nación andina-amazónica.

Calificó de cobarde la actitud de un grupo de mineros del sector cooperativista que secuestraron, torturaron y mataron a Illanes.

El vicetitular solo fue a tratar de convencerlos de dialogar para resolver el conflicto, no entiendo como los hermanos mineros hicieron esto, dijo el mandatario boliviano.

Morales lamentó como falsos dirigentes y empresarios mineros disfrazados de líderes del sector, engañaron a los verdaderos representantes de las cooperativas mineras.

Sospechosamente se reportaron movilizados muertos, y es algo que hay que investigar a profundidad, porque los policías estaban en los puntos de bloqueo de carretera sin portar armas letales, argumentó el dignatario suramericano.

Nosotros luchamos por los recursos naturales, y estos pertenecen a los bolivianos, se trata de una provocación y el pueblo no va a ceder, no vamos entregar nuestras riquezas a las empresas extranjeras, aseguró Morales.

Esperamos -precisó- que los autores materiales e intelectuales del asesinato del viceministro de Régimen Interior respondan ante la justicia, esperamos eso contra aquellos que defienden la privatización.

El trasfondo de la movilización violenta de cooperativistas mineros es la modificación de la Ley de Minería para efectuar contratos con transnacionales, algo contrario a la Constitución.

Quieren usar el maquillaje de las cooperativas, forma de asociación liberada de régimen impositivo, para atraer empresas trasnacionales y entregarles los recursos mineros que le pertenecen al pueblo.

Además, exigen más privilegios para las cooperativas mineras como cero aranceles para la importación de maquinaria y equipos, subvención estatal en el consumo eléctrico, eliminar las obligaciones medioambientales y ampliar sus áreas de trabajo para poder suscribir contratos de asociación con empresas extranjeras.

De acuerdo con la normas, el Estado es el único que puede suscribir contratos de asociación con empresas privadas, nacionales o foráneas, y el pedido de los cooperativistas busca retornar a la época neoliberal, en el que las trasnacionales eran el centro de la economía al explotar las riquezas naturales del país.