Los estados de Carolina del Sur, Georgia y la Florida permanecen hoy en estado de emergencia ante la cercanía del huracán Matthew, que enfila hacia las Bahamas pero sus lluvias amenazan con anegar el sureste de Estados Unidos.
Nikki Haley, gobernadora de Carolina del Sur, ordenó la evacuación de más un millon de habitantes del litoral, ante el peligro de penetraciones del mar, inundaciones costeras y vientos que han alcanzado los 230 kilómetros por hora.
Al declarar la emergencia, Haley tiene potestad para convocar a unos mil 800 efectivos de la Guardia Nacional, en tanto escuelas y oficinas públicas amanecieron cerradas este miércoles en 26 de los 46 condados de este estado.
Según estimados del Centro Nacional de Huracanes, Matthew alcanzará la categoría tres en la escala Saffir-Simpson cuando flanquee Carolina del Sur, a más tardar el próximo viernes, a juzgar por su lenta velocidad de traslación.
El rigor en la evacuación intenta evitar una tragedia como la que sacudió a Carolina del Sur en octubre de 2015, cuando una serie de fuertes tormentas mataron a unas 17 personas.
A su vez, los 67 condados de la Florida están en estado de emergencia, 200 miembros de la Guardia Nacional fueron activados, seis mil están listos para entrar en acción, y varias agencias trabajan en la atención a los damnificados y alistan la recuperación.
El gobernador de Georgia, Nathan Deal, declaró el estado de emergencia en 13 condados de la costa, y ordenó a las agencias de seguridad y emergencia garantizar que las precauciones necesarias sean tomadas para minimizar el daño humano y material.
Peter Cook, vocero del Pentágono, anunció el envío del portaviones George Washington y otras embarcaciones para contribuir a la recuperación en Haití, las Bahamas y otras zonas del Mar Caribe.
Además, el presidente Barack Obama canceló su viaje de hoy a la Florida debido al posible impacto de Matthew, que también forzó la evacuación de unas 700 personas de la base naval que Estados Unidos mantiene ilegalmente en el oriente de Cuba.
