trump presupuesto

La administración estadounidense divulgó hoy un plan presupuestario de 1,1 billones de dólares (millones de millones) con grandes aumentos en defensa y recortes en áreas como la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y el Departamento de Estado. 

 

El proyecto, enviado este jueves al Congreso, está en correspondencia con la promesa del presidente Donald Trump de hacer cambios dramáticos en el Gobierno federal.

Los recortes a la EPA son del 31 por ciento, mientras que el Departamento de Estado verá disminuir sus fondos en un 28 por ciento y el de Vivienda y Urbanismo en 13,2 por ciento.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos, por su parte, recibiría 69 mil millones de dólares, una reducción del 17,9 por ciento que llevaría el gasto de una de las mayores agencias a su nivel más bajo en casi dos décadas.

Mientras tanto, quedarán sin financiamiento la Corporación de Radiodifusión Pública, el Instituto de Servicios de Museos y Bibliotecas, la Fundación Nacional para las Artes y el Instituto de Paz de los Estados Unidos, entre otras instituciones y programas.

Al mismo tiempo, incluye el prometido incremento de 54 mil millones de dólares en los gastos militares, una meta que tiene el propósito, según ha dicho el mandatario, de recuperar el esplendor de unas fuerzas armadas que considera 'mermadas'.

Ese aumento en defensa es el más grande desde el Gobierno de Ronald Reagan (1981-1989), y promete dinero inmediato para la preparación de tropas, la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico y la adquisición de nuevos buques, aviones de combate y otras armas.

Un presupuesto que pone a Estados Unidos en primer lugar debe hacer de la seguridad de nuestro pueblo su prioridad número uno, porque sin seguridad no puede haber prosperidad, manifestó Trump en las primeras líneas del documento dado a conocer esta mañana.

El proyecto, que no constituye una solicitud de fondos total sino el esbozo de sus principales líneas, no aborda el gasto obligatorio, que consume cerca de dos tercios de los dólares federales en programas como Medicare y el Seguro Social.

Los planes presupuestarios presidenciales delinean las prioridades de la administración -la propuesta completa se dará a conocer en mayo- pero deben ser aprobados por el Congreso, y suelen tener cambios en el proceso.

El director de presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, reconoció ayer que aprobar los recortes podría ser una lucha complicada en el legislativo y dijo que la administración estaba dispuesta a negociar el tema.

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